Además de Barcelona, la Red de Ciudades Machadianas la forman Sevilla, Soria, Baeza, Segovia, Rocafort, Cotlliure y Madrid. La adhesión de la capital catalana a la red permite proponer iniciativas que den a conocer la relevancia del poeta y su vinculación con la ciudad a través de propuestas como la edición de un libro que recoja los artículos que Machado escribió en el diario La Vanguardia durante su estancia en la ciudad o una ruta literaria.
La incorporación de la ciudad a la Red de Ciudades Machadianas se empezó a gestar en el mes de marzo, cuando la Comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación y Seguridad y Prevención aprobó una declaración institucional para reconocer la figura del escritor y creador, comprometido con los valores de la libertad y la democracia y cuya obra es patrimonio de la cultura universal.
Machado y Barcelona, un amor fugaz antes del exilio
Antonio Machado llegó a Barcelona durante la primavera de 1938, después de dejar Rocafort, en Valencia. El primer mes en la ciudad lo pasó en el Hotel Majestic, convertido en un centro de personas refugiadas ilustres. Sus colaboraciones con La Vanguardia, donde escribió 29 artículos, tuvieron lugar durante los ocho meses siguientes, cuando ya se había instalado en Sant Gervasi.
La medianoche del 22 de enero de 1939, un mes antes de morir, Machado emprendió el camino del exilio.