De las actuaciones previstas para este 2024, veintitrés ya se han terminado, dos están en ejecución y once empezarán a partir del mes de septiembre. El objetivo es mejorar la sensación lumínica de las calles mediante la tecnología LED (luz blanca), corregir puntos oscuros e implementar nuevas tecnologías para favorecer el ahorro energético. Además de mejorar la sensación lumínica, también se busca dar uniformidad a la luz y mejorar la sensación de seguridad y confort con instalaciones más eficientes y sostenibles.
Actualmente está en marcha la actuación de la calle de las Camèlies, en el distrito de Horta-Guinardó, donde se hace una renovación integral de las instalaciones: se cambian 52 farolas y 800 metros de cableado. Este mes de julio se ha terminado una actuación similar de renovación en el barrio del Fort Pienc, en L’Eixample, en las calles de Nàpols y Sicília, entre la calle de Aragó y la Gran Via de les Corts Catalanes, y en las calles del Consell de Cent y la Diputació, entre las calles de Nàpols y Sicília.
Un total de 157.000 puntos de luz en Barcelona
En la ciudad hay 157.000 puntos de luz, y el 35 % funcionan con tecnología LED. En total hay una potencia instalada de 16.300 kW y un consumo de 67 GWh/año, que representan el 20 % del total del consumo de energía.
Todos los proyectos de mejora y renovación se trabajan de manera conjunta con cada distrito para detectar dónde hay que hacer las mejoras. Los proyectos se trabajan con los siguientes criterios:
- Mejora de la sensación lumínica, que no quiere decir más luz, sino luz mejor repartida y dirigida.
- Tecnología LED, de luz blanca eficiente, que contribuye a esta mejora del confort.
- Más uniformidad lumínica para evitar manchas de luz.
- Aumento de la luz en la acera y priorización de las zonas de peatones.
- Reducción de la altura del punto de luz en las aceras (por debajo de los 5 metros) y siempre por debajo de la copa de los árboles.
- Diferente temperatura de color en las aceras y en los viales, para aportar calidez a los peatones y diferenciar los espacios para las personas y para los vehículos.
- Aumento de la telegestión y, por lo tanto, mayor eficiencia energética y optimización de las operaciones con sistemas de control y regulación.
También se incorporan criterios de seguridad con perspectiva de género:
- Luz blanca de tecnología LED, que permite repartir mejor la luz y proporcionar una sensación lumínica mejor y de más seguridad.
- Eliminación de los puntos oscuros o manchas oscuras para dar continuidad lumínica a los recorridos.
- Más uniformidad y regularidad de los niveles de luz.
- Incorporación de sistemas de control y regulación que permiten regular el encendido y el apagado de las luces en diferentes espacios y para diferentes usos.
Apuesta por la gestión eficiente
El objetivo es renovar los dispositivos de control, aumentar la telegestión y mejorar los sistemas de comunicación. Los puntos de luz se gobiernan a partir de 2.582 cuadros de mandos y se trabajará para que sean telegestionados en el año 2028.
Hay un sistema de control centralizado que permite hacer el seguimiento de las incidencias con más repercusión y asegurar el funcionamiento del alumbrado de la ciudad. También permite detectar averías, reprogramar los horarios, ejercer un control dinámico de la luminosidad (ajuste del horario de encendido y apagado según las condiciones de cada zona) y hacer la simulación de los consumos de las instalaciones.
Todo, para alcanzar tres objetivos:
- Cero apagones de calle, el índice de disponibilidad del servicio es del 99,9 %
- Cero defectos eléctricos
- Cero defectos mecánicos
Por este motivo este proceso de renovación y mejora se desarrolla de manera paralela al mantenimiento correctivo, de detección y de reparación de averías, al mantenimiento preventivo, de limpieza y cambio de lámparas de manera programada, y al mantenimiento normativo, para verificar todas las instalaciones.