La plaza de Anna Lizaran está situada justo delante de la Estación del Nord y tiene un gran uso ciudadano, pero hasta ahora carecía de espacios de sombra. Como la plaza está situada sobre la losa de un aparcamiento soterrado, no se pudieron plantar árboles cuando se urbanizó.
La actuación da respuesta así a las demandas del vecindario del barrio del Fort Pienc y de las personas usuarias del área de juego infantil. Las nuevas pérgolas dan sombra y ayudarán a combatir los efectos de la crisis climática, dado que cada vez son más frecuentes e intensas las olas de calor.
Los dos grandes umbráculos tienen una estructura metálica y listones de madera, sobre los cuales se ha instalado 103 metros cuadrados de paneles solares repartidos en 40 unidades que son capaces de generar 30.707 KWh al año de energía.
La intervención se enmarca dentro de los objetivos previstos en la medida de gobierno para acelerar la generación de energía solar en la ciudad, que prevé multiplicar por tres la potencia fotovoltaica municipal hasta el 2027, y por cinco hasta el 2030. De esta manera, se quiere dar cumplimiento a uno de los ejes principales del Acuerdo Climático de Barcelona, que marca el reto de ser ciudad neutra en carbono el año 2030.