La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) identifica cada año los espacios públicos de la ciudad con elementos de riesgo donde potencialmente pueden proliferar los mosquitos, con el principal objetivo de eliminar puntos de cría y evitar su reproducción. Este año, el Servicio de Vigilancia y Control de Plagas ha seleccionado 82 zonas de riesgo de proliferación de mosquitos para llevar a cabo estas tareas preventivas y de control.
Desde abril y hasta noviembre se intensifica la vigilancia y la prevención en estos espacios y se interviene donde se detecta actividad. En paralelo, se lleva a cabo el seguimiento de las enfermedades transmitidas por vectores y se atienden las comunicaciones ciudadanas relacionadas con la presencia de mosquitos.
Según los datos obtenidos en el marco de estas tareas, en el año 2023 la actividad de mosquitos en la vía pública en Barcelona bajó un 45 % respecto del 2022, una tendencia descendiente de los últimos años provocada por la situación de sequía.
Las propiedades privadas, principales focos de proliferación de mosquitos
A pesar del descenso de la actividad de mosquitos en la ciudad, hay que tener en cuenta que aproximadamente el 70 % de la actividad del mosquito tigre se da en las zonas exteriores de propiedades privadas (jardines, terrazas, patios, etcétera). Una hembra puede poner hasta 200 huevos en una semana en pequeños recipientes donde se acumula agua.
Por lo tanto, es necesario vigilarlos, retirarlos, vaciarlos o ponerlos boca abajo. Hacer revisión cada 5 o 7 días para no acumular agua es la medida más sencilla y eficaz que se puede aplicar en casa para evitar que el mosquito tigre se reproduzca. Hay que poner especial atención a los platos bajo las macetas, los desagües, los cubos, los pequeños recipientes y los juguetes.
Por eso, este año se volverá a llevar a cabo la campaña “En tu casa, hacemos prevención del mosquito tigre”, orientada a reducir los focos de cría de mosquito tigre en la propiedad privada, con visitas a domicilios seleccionados de diferentes barrios. La selección de los domicilios se hace previamente según un análisis que tiene en cuenta las características de la especie y el verde urbano en las propiedades privadas, entre otros.
El objetivo es capacitar a la ciudadanía mediante la información, sensibilización y concienciación para hacer una prevención eficaz en el espacio privado que contribuya al control de la especie. En las visitas, se ofrece llevar a cabo una inspección informada para enseñar a identificar los posibles focos de cría y las medidas que hay que aplicar para eliminarlos.
Factores que intensifican la reproducción de los mosquitos
La subida de temperaturas y las acumulaciones de agua hacen que haya más mosquitos, un efecto que se agudiza por los efectos del cambio climático. En los últimos años, y a causa de la falta de lluvia, los elementos urbanos que acumulan el agua de las precipitaciones están secos y, por lo tanto, se reducen los focos de cría.
Hay que tener en cuenta que el 2023 ha sido el año más seco desde que hay registros en la ciudad y el segundo más caluroso. No obstante, la prevención de mosquitos sigue siendo clave para evitar molestias y riesgos para la salud de las personas.
Durante el año 2023, la ASPB revisó 40.633 puntos de vigilancia y control (imbornales, fuentes ornamentales o naturalizadas) en el espacio público, detectó actividad en 248 y efectuó 24.969 tratamientos larvicidas con productos biológicos, los cuales no tienen efectos sobre el medio ambiente ni la salud de las personas. Además, atendió 143 comunicaciones ciudadanas.