Espais Compartits

El niño/a es un ser capaz que, cuando se siente seguro y en confianza en un espacio, despliega su potencial de desarrollo. Por este motivo, el proceso de familiarización es de gran importancia para nosotros.

Una vez que el niño/a siente la escuela como un espacio donde estar él mismo, vemos cómo surgen las situaciones de exploración y juego. Los cuidados del día a día alimentan esta seguridad: se dan de forma pausada y estable día tras día. Se aprovechan estos momentos más individuales para recoger la iniciativa del niño y escuchar sus demandas, cuando éstas son posibles.

Su actividad natural es el juego, y éste puede surgir cuando el ambiente es también tranquilo y rico en propuestas que estimulan su curiosidad. A menudo, este juego se ve interrumpido por las situaciones sociales de grupo, en las que conviven un alto número de niños en un mismo espacio. El niño necesita también tiempo para que este juego se dé de forma continuada y evolucione. Por este motivo, rehuimos actividades programadas de duración concreta y apostamos por espacios de juego estables en el trimestre.

En nuestra escuela pues ofrecemos a los niños/as moverse por diferentes espacios de la escuela libremente, pueden elegir dónde quieren estar, con qué referente y con qué compañeros/as, y lo más importante pueden elegir a qué quieren jugar según las necesidades e intereses que tengan.

A este proyecto de escuela le llamamos Espais Compartits.

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