LA IMPORTANCIA DEL VÍNCULO

A lo largo del período de 0 a 3 años de vida, lo que ocurre a nivel emocional y también de aprendizajes, es fundamental para la vida futura, entre otras cosas porque se establecen los vínculos afectivos iniciales que son el fundamento de la vida emocional.

Por vínculo se entiende el lazo afectivo que se forma entre el bebé y la persona que le cuida. Este vínculo es necesario para que el niño llegue a un buen desarrollo emocional, físico y cognitivo. Una vez establecido, muestra una tendencia estable a lo largo del tiempo y produce seguridad, consuelo y placer. Los niños deben sentir que los adultos se interesan por ellos, que les escuchan y que los miran. Necesitan sentirse seguros y protegidos.

La guardería se entiende como un escenario educativo donde se encuentran tres protagonistas: familia, maestros y niños, todo el mundo en continua interacción. La experiencia de la escuela crece gracias a las sinergias entre los saberes y las aportaciones de todos. Por eso ponemos especial delicadeza y sensibilidad en los primeros días en la escuela, ya que son clave y la primera experiencia significativa de separación temporal de la familia.

Será un espacio que se convertirá en un hogar, un entorno donde establecer estos lazos. El proceso de familiarización supone un cambio y una ampliación importante en cuanto a su entorno en el que puede descubrir nuevas relaciones, emociones y nuevos conocimientos y aprendizajes. La guardería acoge tanto a niños como a familias, ofreciendo un vínculo afectivo y haciendo un acompañamiento profesional y experto por parte de los adultos.

Para realizar este acompañamiento es indispensable escuchar al niño y mostrar empatía desde una mirada respetuosa e individualizada. Tener presentes sus capacidades, competencias y derechos y tener conciencia de sus necesidades ayuda a realizar un buen vínculo. Uno de los objetivos principales de la escuela es poder establecer un vínculo seguro con cada uno de los niños y familias que acoge.

En la escuela, los momentos idóneos para crear este lazo afectivo son los momentos de cuidado y vida cotidiana. Momentos como el cambio de pañal o los de alimentación nos ofrecen una experiencia de exclusividad e intimidad con aquel niño que debe aprovecharse en el día a día de la escuela para crear vínculo. El adulto debe buscar el equilibrio entre la construcción de un vínculo seguro y el respeto a la autonomía del niño teniendo siempre en cuenta su momento evolutivo.

‹‹Los vínculos en la escuela con las personas significativas no son opcionales, son esenciales››
Jerome Seymour Bruner.

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