L’AFA de la EBM Sant Medir y el equipo de la escuela se organiza para abrir el jardín para los niños y las niñas. Con esta propuesta se ofrece una alternativa al tiempo libre al salir de la escuela, un tiempo auto gestionado que potencia la vertiente educativa y social que ofrece el espacio del jardín.
A las cinco de la tarde el patio de la EBM Sant Medir continua con niños y niñas jugando y corriendo arriba y abajo. Hace unos años que las familias se organizan para abrir el jardín fuera del horario escolar porque se considera que es un espacio privilegiado educativo lleno de posibilidades. A través del juego, los niños y niñas aprenden a ser, a hacer, a convivir y a conocer, y allí lo hacen en un entorno próximo y seguro, que se integra en el tiempo no lectivo.
Cucharones de madera, moldes, cafeteras, ollas, etc. El jardín está lleno de objetos con historia. Tienen diversas propuestas de juego que promueven la experimentación con diferentes materiales que han reutilizado las familias y que ayudan a desarrollar las habilidades, la creatividad i fomentan el aprendizaje en un contexto lúdico. La iniciativa quiere ser coherente con el proyecto de la escuela, así como con los valores de la educación para la sostenibilidad que la EBM Sant Medir fomenta en diferentes momentos i espacios de su vida.
Otra de las funciones básicas de los patios abiertos es de convivencia i socialización de las familias. Es un momento idóneo de relación y que las hace participes y ser corresponsables del proyecto escolar. Pero, su implicación ultrapasa la obertura del jardín todas las tardes de la semana hay una comisión que trabaja para el rediseño y mejora de este espacio junto con el equipo de la EBM Sant Medir. El esfuerzo lo vale, la comunidad educativa ya ha conseguido dar vida a la escuela más allá del horario lectivo. Especialmente, gracias a los participantes protagonistas: los niños y las niñas de la escuela.