1- Cubrir, satisfacer y respetar las necesidades básicas de los niños y las niñas
Las actividades de la vida cotidiana en la Escola Bressol permiten establecer momentos de relación profunda, donde el vínculo afectivo será el eje. Este permitirá que se pueda llevar a cabo momentos tant íntimos como es la higiene, la alimentación y el descanso. El momento de la higiene (cambio de pañal y control de esfínter) es uno de los momentos más adecuados para favorecer las relaciones individualizadas, momentos que han de vivir de forma agradable, activamente y permiten a la criatura poder ser conscientes de su conocimiento corporal. El valor de la alimentación va más allá del punto de vista nutricional, es un momento de relación entre alimentos y personas y tienen carácter cultural. El momento del descanso la entendemos como un momento donde poder dar tranquilidad, serenidad y ofrecer a las criaturas la posibilidad para que se puedan relajar y sentirse cómodos para poder descansar y dormir profundamente. Poder tener estas necesidades cubiertas, con placer y sentir que se les tracta con respeto permitirá que el interés por explorar, observar y experimentar se puedan llevar a cabo de forma activa, segura y confiada.
2- Libertad de movimiento
En la escuela bressol vemos al niño y a la niña como persona con una disposición natural para explorar su entorno y tiene interés por aprender, descubrir y sentir. Tiene múltiples capacidades que lo forman como persona: capacidad de descubrimiento, de exploración, de observación, de ser creativo, de disfrutar, de expresarse, de emocionarse... Para promover y facilitar el movimiento innato que toda criatura tiene, teniendo presente y conociendo en qué momento evolutivo se encuentra cada grupo y cada criatura, organizamos los espacios de la escuela y los materiales de manera que sea factible promover el conocimiento de a sí mismos / as. La libertad de movimiento en la escuela se plantea a partir del juego motriz libre del día a día, acciones que promueven: representación mental, coordinación global de movimientos, coordinación mano-ojo, equilibrio, confianza, .... siempre con el acompañamiento no invasivo del adulto.
3- Acompañamiento del adulto
La individualización y la adaptación a la diversidad son aspectos fundamentales para una educación de calidad. Hacer propuestas diferentes que representen esta diversidad, adaptándolas al punto de partida de cada niño y al mismo tiempo saber hacer propuestas que le permitan ir más adelante. El adulto deberá hacer de guía y / o de acompañamiento de los niños y las niñas, tratando de intervenir cuando sea adecuado. La observación directa es la gran herramienta para poder hacer intervenciones adecuadas, que permitan a los niños y las niñas fueron los verdaderos protagonistas de su aprendizaje. Su actitud será siempre activa y respetuosa hacia todos los niños del centro, facilitando la exploración, el descubrimiento y la comprensión de contenidos nuevos, así como su uso autónomo dando seguridad y confianza en sí mismos y nos sus posibilidades.