Gestión del arbolado
En Barcelona hay:
250.000
Árboles
500
especies de árboles diferentes
Cada uno aporta un color, follaje y perfume propios, que ofrecen a la ciudad un paisaje único. Pero todos ellos nos ayudan a mejorar las condiciones ambientales y la calidad de vida urbana.
En este sentido, el arbolado de Barcelona es el principal patrimonio verde de la ciudad. Y por este motivo, su gestión, tan importante, se basa en criterios de sostenibilidad y en actuaciones planificadas para mantener su calidad, diversidad y adaptación al medio urbano.
La gestión del arbolado garantiza que todas las intervenciones comporten un incremento de su calidad vegetativa y fomenten la biodiversidad, a la vez que se desarrollen de manera saludable y segura para el entorno.
Poda del arbolado
La gestión de poda que realizamos se centra en dejar crecer los árboles, respetando siempre que se pode su forma natural, ya que los árboles:
- Limpian el aire de la ciudad (nos ayudan a eliminar los contaminantes).
- Ofrecen sombra y amortiguan el ruido que provocan los vehículos en la calzada.
- Son espacios de refugio para pájaros e insectos.
Por lo tanto, siempre que sea posible, dejamos crecer los árboles porque ello favorece la salud de las personas y contribuye a la reducción de la contaminación y de los efectos del cambio climático.
Sin embargo, siempre que no represente ningún riesgo ni molestia, se podan de media cada cinco años.
Plan de riesgo del arbolado
Todo el arbolado de la ciudad de Barcelona se revisa, como mínimo, una vez cada dos años según el Plan de riesgo del arbolado. Cada árbol o palmera tiene una ficha con un número de identificación e información sobre sus características, lo cual facilita tener un control de todo el arbolado.
La revisión incluye una inspección visual de las partes del árbol o palmera para determinar su estado y si es necesario alguna actuación (estas revisiones se realizan paralelamente a otras tareas de mantenimiento del arbolado).
Si durante la revisión se detectan anomalías, se programa la actuación correctiva necesaria o la retirada del ejemplar. Si no se detectan problemas, el ejemplar se revisará de nuevo a los dos años. Fruto de la aplicación de este plan, cada año se reponen más de 1.500 árboles.