Barcelona Espigola
3.300 naranjos
En la ciudad de Barcelona
1,5%
de los árboles de la ciudad son naranjos
#BarcelonaEspigola es un proyecto para dar una segunda vida a las naranjas amargas y convertirlas en mermelada. El Ayuntamiento de Barcelona, tras el éxito de la prueba piloto iniciada en el 2021 en el distrito de Sant Andreu, donde se encuentran el 35 % del total de naranjos de la ciudad, se planteó ampliar la iniciativa a otros distritos.
Esta iniciativa la gestiona Parques y Jardines junto con los distritos, con la coordinación de la Fundación Espigoladors, y contribuye a una ciudad más saludable y sostenible al potenciar el reaprovechamiento alimentario.
La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) vela por la calidad de las naranjas en crudo y de la mermelada y asegura un producto final de primera calidad con #BarcelonaEspigola.
Campaña 2024
Los días 2, 3, 4 y 5 de febrero, por tercer año consecutivo, se espigaron las calles de seis distritos de la ciudad con el objetivo de promover el aprovechamiento de los alimentos. La acción se llevó a cabo en los distritos de Gràcia, Les Corts, Sant Martí, Ciutat Vella y Sant Andreu, y este año se incorporó el de L’Eixample. Más de seiscientos voluntarios y voluntarias de entidades, así como vecinos y vecinas de los distritos, participaron en las espigadas.
El proyecto también incluyó acciones de comunicación y sensibilización más allá de estas espigadas. Se van impartiendo talleres destinados tanto a las entidades participantes como a centros educativos u otros colectivos de cada uno de los seis distritos. En total, dieciséis entidades se implicaron en estas actividades con la participación de más de cuatrocientas personas. Los talleres permitieron debatir sobre la problemática del desperdicio alimentario y en ellos se compartieron iniciativas de aprovechamiento, buenas prácticas de consumo y reflexiones en torno al derecho a una alimentación saludable y sostenible.
Las naranjas recogidas se procesaron y transformaron en mermelada de naranja amarga en un obrador social. Se trata de una mermelada artesana, bautizada con el nombre de La Marga, que lucha por el aprovechamiento alimentario y fomenta un modelo de economía circular. Se elaboraron 12.400 unidades de mermelada, que se distribuyeron a entidades vecinales y a colectivos que atienden a personas en situaciones de pobreza alimentaria u otras situaciones de exclusión o vulnerabilidad social.