La Fundación Pere Mitjans y la Fundación Joia utilizan el huerto como espacio de trabajo para ofrecer apoyo a personas con discapacidad y enfermedades mentales, y ayudarles a desarrollar sus proyectos de vida de forma más autónoma.

El huerto representa una oportunidad para crear un entorno de bienestar físico y emocional, donde se potencian habilidades y se abren nuevas oportunidades de inclusión social y laboral. Se alienta la participación comunitaria y se fomenta la sensibilización hacia estos colectivos vulnerables.

Además, se promueven buenos hábitos alimentarios a través del autoconsumo y se mejora la sostenibilidad y el tejido social mediante las relaciones con la comunidad local.