Establecer una mínima contabilidad familiar y hacer de la información el mejor aliado en las compras, esencial para mejorar el ahorro. Estas claves son algunos de los ejes de los diálogos "100 trucos para llegar a fin de mes en tiempos de crisis" que se imparten en diversas bibliotecas de la ciudad enmarcadas dentro del Año Internacional de la Familia.
Mantener una economía familiar saneada y con capacidad de ahorro depende de muchas decisiones que se toman diariamente. Cada pequeño gasto, si es muy frecuente, se puede acabar convirtiendo en un desestabilizador de las balanzas familiares. Con el objetivo de que las familias tomen conciencia del valor del ahorro y enmarcados dentro del Año Internacional de la Familia, nacen los diálogos "100 trucos para llegar a fin de mes en tiempos de crisis".
Son sesiones que, para acercarlas a la realidad de diferentes barrios, se llevarán a cabo en diversas bibliotecas de la ciudad. David Escamilla y Humberto Salerno, autores de un libro homónimo, son los encargados de desgranar todos los consejos para salir adelante con la economía familiar, aprovechando más los recursos propios gracias a un mayor conocimiento y creatividad. Así, los encuentros se dividen en cuatro sesiones: "Vivienda y transporte",lunes 2 de junio, en la Biblioteca Poblenou-Manuel Arranz; "El ocio", jueves 12 de junio, en la Biblioteca El Clot-Josep Benet; "La salud", miércoles 25 de junio, en la Biblioteca Sagrada Família; y "La intendencia familiar", jueves 26 de junio, en la Biblioteca Vila de Gràcia.
En estas charlas, los ponentes explicarán de manera práctica cómo hacer del consumo un acto más racional, para conseguir ahorrar a pesar de los múltiples gastos que se generan en un hogar. “Sería bueno poder ahorrar de nuestra renta, es decir, de nuestros ingresos, entre un 15 y un 20 % aproximadamente”, explica Humberto Salerno. “Si no hay esta capacidad de ahorro, —continúa— quiere decir que algo está fallando en los gastos que tenemos y nos obliga a revisar en qué estamos fallando en nuestros costes estructurales”.
Ordenar a conciencia los números
Para hacerlo, es imprescindible que cada hogar establezca una mínima contabilidad, similar a la de una empresa, donde el balance entre ingresos y gastos no se descompense con los imprevistos. Por eso, hace falta aplicar la razón en las decisiones de compra y mejorar la relación calidad-precio de los productos que adquirimos. De hecho, los expertos recomiendan no asimilar ahorro con falta de consumo, sino con una nueva mentalidad con visión a medio y largo plazo.
“Los ingresos con los que puedes vivir también te tienen que ayudar a vivir mejor, no solo a sobrevivir, que son conceptos muy diferentes”, asegura Salerno. Esta nueva actitud supone alejarse de los primeros impulsos y de la obligación de comprar ciertas marcas. Así, las marcas blancas en la alimentación, o los genéricos en los medicamentos, pueden ayudar a disminuir costes.
También lo puede hacer la asimilación de hábitos de ahorro diarios, que pueden suponer un gran cambio: solo apagando el botón de stand by del televisor se evita un 40 % del gasto que genera el aparato. Pero lo más importante, aseguran a los expertos, es estar bien informados. Gracias a internet, actualmente hay diversos comparadores de precios y otros ingenios que pueden contribuir a hacer del gasto una inversión.