Raval Cultural se centra en tres objetivos básicos: hacer efectivo el derecho a la cultura haciendo accesibles y permeables los equipamientos culturales; dar apoyo y reconocimiento a la producción cultural existente y contar con la cultura como herramienta de transformación colectiva.
La potencia cultural del territorio, apoyada en la diversidad y la pluralidad de procedencias y creencias, hace del Raval un barrio que permite impulsar un proyecto donde la cultura sea el centro, donde se haga valer la historia y las iniciativas de vecinos y vecinas de contextos culturales diferentes que conviven en el barrio del Raval, donde se favorezca una mejor coordinación entre los diversos equipamientos o espacios culturales y donde se acompañen las iniciativas de cultura no catalogada. Asimismo, el Raval y el proyecto Raval Cultural pueden servir de motor y de impulso cultural para otros barrios del distrito que tienen una oferta cultural menos amplia.
Raval Cultural nació en junio del 2013 con el objetivo de impulsar y hacer valer la gran riqueza cultural y patrimonial que hay en el barrio del Raval y con la finalidad de identificar la imagen del barrio con aquello que realmente engloba, potenciar la acción conjunta y transversal en el ámbito cultural y reforzar el vínculo entre los vecinos y las vecinas del Raval y la cultura. La consecución de estos objetivos se ha planteado a través de tres campos: potenciar la acción y las actividades culturales, favorecer las acciones urbanísticas en torno a los equipamientos y hacer una promoción y una comunicación conjunta de las programaciones.
En el 2016 se inició una reflexión sobre la pertenencia y la adecuación de estos objetivos y campos de actuación con respecto a las necesidades del territorio. De esta reflexión surgió la necesidad de reorientar los objetivos y las líneas de trabajo de Raval Cultural. Así pues, se redefinieron las diversas acciones que conformaban el Raval Cultural original.
Una de las líneas maestras del nuevo enfoque pivota en torno a los conceptos de derecho a la cultura y de interculturalidad, ejes vertebradores del programa. Por una parte, en la revisión del proyecto existente, para seguir potenciando el riquísimo tejido cultural, se propone mantener las acciones relacionadas con la formación en los equipamientos culturales para fomentar la acción cultural y la creación de actividad; el acompañamiento y el seguimiento de las convocatorias de subvenciones municipales y para mejoras en los locales, y la labor de asesoramiento para hacer actividades en la vía pública y en los equipamientos municipales.
En cambio, se considera que es necesario redirigir la acción urbanística hacia otros ámbitos de la acción municipal y sacar el foco, en la comunicación exterior, de la imagen del Raval centrada en las actividades de producción cultural. Por otra parte, en la lógica de la interculturalidad, hay cinco aspectos que trabajan ámbitos convivenciales relacionados con la interculturalidad que son válidos para revisar Raval Cultural:
Igualdad de derechos y de oportunidades, reconocimiento de la diversidad cultural, interacción positiva, sentimiento de pertenencia y participación diversa. Pasamos, así, de un proyecto que quiere comunicar y crear red entre los equipamientos grandes y pequeños a un proyecto que quiere hacer aflorar las múltiples expresiones culturales del territorio y coproducir cultura.
Raval Cultural se centra en tres objetivos básicos: hacer efectivo el derecho a la cultura haciendo accesibles y permeables los equipamientos culturales; dar apoyo y reconocimiento a la producción cultural existente y contar con la cultura como herramienta de transformación colectiva.
La potencia cultural del territorio, apoyada en la diversidad y la pluralidad de procedencias y creencias, hace del Raval un barrio que permite impulsar un proyecto donde la cultura sea el centro, donde se haga valer la historia y las iniciativas de vecinos y vecinas de contextos culturales diferentes que conviven en el barrio del Raval, donde se favorezca una mejor coordinación entre los diversos equipamientos o espacios culturales y donde se acompañen las iniciativas de cultura no catalogada. Asimismo, el Raval y el proyecto Raval Cultural pueden servir de motor y de impulso cultural para otros barrios del distrito que tienen una oferta cultural menos amplia.
Raval Cultural nació en junio del 2013 con el objetivo de impulsar y hacer valer la gran riqueza cultural y patrimonial que hay en el barrio del Raval y con la finalidad de identificar la imagen del barrio con aquello que realmente engloba, potenciar la acción conjunta y transversal en el ámbito cultural y reforzar el vínculo entre los vecinos y las vecinas del Raval y la cultura. La consecución de estos objetivos se ha planteado a través de tres campos: potenciar la acción y las actividades culturales, favorecer las acciones urbanísticas en torno a los equipamientos y hacer una promoción y una comunicación conjunta de las programaciones.
En el 2016 se inició una reflexión sobre la pertenencia y la adecuación de estos objetivos y campos de actuación con respecto a las necesidades del territorio. De esta reflexión surgió la necesidad de reorientar los objetivos y las líneas de trabajo de Raval Cultural. Así pues, se redefinieron las diversas acciones que conformaban el Raval Cultural original.
Una de las líneas maestras del nuevo enfoque pivota en torno a los conceptos de derecho a la cultura y de interculturalidad, ejes vertebradores del programa. Por una parte, en la revisión del proyecto existente, para seguir potenciando el riquísimo tejido cultural, se propone mantener las acciones relacionadas con la formación en los equipamientos culturales para fomentar la acción cultural y la creación de actividad; el acompañamiento y el seguimiento de las convocatorias de subvenciones municipales y para mejoras en los locales, y la labor de asesoramiento para hacer actividades en la vía pública y en los equipamientos municipales.
En cambio, se considera que es necesario redirigir la acción urbanística hacia otros ámbitos de la acción municipal y sacar el foco, en la comunicación exterior, de la imagen del Raval centrada en las actividades de producción cultural. Por otra parte, en la lógica de la interculturalidad, hay cinco aspectos que trabajan ámbitos convivenciales relacionados con la interculturalidad que son válidos para revisar Raval Cultural:
Igualdad de derechos y de oportunidades, reconocimiento de la diversidad cultural, interacción positiva, sentimiento de pertenencia y participación diversa. Pasamos, así, de un proyecto que quiere comunicar y crear red entre los equipamientos grandes y pequeños a un proyecto que quiere hacer aflorar las múltiples expresiones culturales del territorio y coproducir cultura.