La finca de la calle de Muntaner, 282-288, había sido propiedad de Ferran Fabra i Puig, segundo marqués de Alella. Posteriormente, Muñoz Ramonet la adquirió y la cedió a la ciudad de Barcelona. Tras años de litigio –todavía no ha sido posible recuperar una buena parte de la colección de arte–, el legado pasó a ser patrimonio de la ciudad en julio de 2014.
En su último testamento, fechado en abril de 1988, Muñoz Ramonet dispuso un legado que se concretaba como sigue:
“C) la finca de Barcelona Muntaner 282-288 pasará, incluyendo el parque y el jardín así como el palacio en Porvenir 26-28 con todo su contenido completo, a una Fundación que llevará mi nombre. La Fundación tendrá como finalidad la conservación y mantenimiento de estas instalaciones y su visita y aprovechamiento útil por el público bajo el Patronato de la Ciudad de Barcelona;”
El 8 de julio de 1991, las hijas del empresario formalizaron la aceptación de herencia a título de herederas universales. La existencia de este legado no fue comunicado por los albaceas. En 1994, al tener conocimiento el Ayuntamiento de Barcelona creó la Fundación Julio Muñoz Ramonet.
La Fundación Julio Muñoz Ramonet desde 1995 está trabajando para que se cumpla la voluntad expresada en el testamento que Muñoz Ramonet legó a la ciudad de Barcelona, del cual el Ayuntamiento de Barcelona no tuvo noticias hasta cuatro años más tarde de su muerte.
A lo largo de 23 años de procesos judiciales, una fecha es clave en la reclamación por parte de la Fundación: la sentencia del Tribunal Supremos de 14 de marzo de 2012. Dicha sentencia determina que se lega a la Fundación Julio Muñoz Ramonet, la finca de la calle de Muntaner con los dos edificios y todo el contenido señalado en un inventario de compraventa de 1971 y en los inventarios judiciales de 1998 y 2015. En todos estos inventarios consta la colección de arte de Ròmul Bosch i Catarineu.
A partir de dicha sentencia, el 25 de julio de 2013, se recuperó la finca compuesta por el jardín, los dos edificios y su contenido. Realizado el inventario de presencia se contabilizaron 1.364 muebles, de los cuales 65 eran pinturas y esculturas, 7 tapices y dos 2 objetos de arte decorativos con valor patrimonial. Desde el 29 de junio de 2017, se encuentran depositadas por orden judicial en el Museo Nacional de Catalunya (MNAC), dos de los cuadros más importantes de la colección: La Anunciación de El Greco y La aparición de la Virgen del Pilar de Goya, pero todavía falta recuperar buena parte de los objetos descritos en los inventarios de la sentencia, en los que la Fundación centra todos sus esfuerzos para localizar y recuperar. Según el informe Pericial elaborado por el Área de Patrimonio del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), con la participación de expertos especializados en arte, faltan un total de 389 pinturas, dibujos y esculturas de gran valor artístico que, en su gran mayoría formaban parte de la colección Bosch i Caterineu.
En julio de 2018 se recuperaron 18 pinturas de diferentes épocas que, actualmente están depositadas en el MNAC.