Desde muy pequeño fue un gran aficionado a la filatelia, con el tiempo consiguió una colección universal muy completa, con piezas que databan de 1840 hasta 1940. El 10 de febrero de 1956, Ramón Marull donó su colección al Ayuntamiento de Barcelona
En varias entrevistas, Ramon Marull y Huguet siempre vincular el inicio de su afición al coleccionismo filatélico a las visitas que hacía de joven en la empresa familiar. La correspondencia comercial de la fábrica, con sobres y sellos de las más diversas procedencias, me llamó la atención inmediatamente, y su curiosidad le llevó a introducirse en el particular mundo de la filatelia.
Con el tiempo, logró reunir una colección universal de sellos del período 1840 -1940, prácticamente completa, con un total de 65.380 ejemplares.
Ramon Marull y Huguet dio por cerrada la colección cuando la enorme cantidad de ediciones de sellos modernos hizo imposible continuar con un coleccionismo filatélico, entendido de manera completa, sólo asequible, por su extensión y dispersión, a las grandes fortunas. Fue entonces, según explicaba, que se originó el coleccionismo temático, más adecuado a las aficiones y posibilidades de cada uno, ya que obedecía a una idea selectiva. Los temas más extendidos eran deportes, zoología, arte, historia, etc.
Ramon Marull prefirió, pues, dar por cerrada su colección.
El 10 de febrero de 1956, Ramon Marull hace donación a perpetuidad y desinteresadamente al Ayuntamiento de Barcelona de su colección, rechazando ventajosas y tentadoras ofertas de compra, para que la colección permaneciera en su ciudad de nacimiento.
Pero, ciertamente, la generosidad de Ramón Marull no se limitó a esta donación al Ayuntamiento de Barcelona. Siempre acompañado por su hermano Pedro, fueron importantes protectores del Hospital de la Santa Cruz y de San Pablo, haciendo aportaciones económicas destinadas a la creación de los laboratorios de bioquímica y hematología y de anatomía patológica. También los dos hermanos, como miembros de la Junta de propietarios del Liceo, instituyeron un premio en el Conservatorio Superior de Música para ayudar a los alumnos aventajados a continuar su carrera artística.
Entre otras empresas filantrópicas menores, no tan conocidas pero igualmente explicativas del carácter benefactor de Ramon y Pere Marull, se cuenta la donación de dos campanas para la capilla Marcús de Barcelona, en marzo de 1957, con motivo de la restauración emprendida por del Ayuntamiento. La capilla Marcús, o capilla de la Virgen de la Guía, fue construida entre 1166 y 1.188 gracias al legado del comerciante barcelonés Bernat Marcús. Situada en uno de los caminos principales de acceso a la ciudad, fue un punto de partida y parada de caballos y monturas. Desde el siglo XIV, los correos de Barcelona formaron cofradía, la Cofradía de los correos a pie ya caballo, que, a lo largo del siglo siguiente, llegó a tener jurisdicción sobre todo el Principado y los reinos de Valencia y de Aragón.