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El sello carlista de Cataluña

El sello carlista de Cataluña

Hacia principios de 1874 las partidas carlistas del general Francesc Savalls dominaban buena parte de la Cataluña interior, de este modo el llamado Ejército Real pudo establecer una especie de administración civil en el Ripollés, en la Garrocha y en...

Sello carlista de Cataluña. Colección Ramon Marull MGPB 7337

Hacia principios de 1874 las partidas carlistas del general Francesc Savalls dominaban buena parte de la Cataluña interior, de este modo el llamado Ejército Real pudo establecer una especie de administración civil en el Ripollés, en la Garrocha y en las partes más montañosas de Osona. Una forma de hacer patente la presencia de las autoridades carlistas en la zona era emitir sellos.

Por ello, el 1 de abril de 1874, el Intendente General de Hacienda del Ejército Real, Francesc Solà anunció, desde su base de Sant Boi de Lluçanès, la emisión de un sello con facial de 16 maravedís (equivalente a 12 céntimos de peseta). La fecha de puesta en circulación del sello fue el 15 de abril de 1874.

Como explica A. Tort Nicolau en la Guía del coleccionista de sellos de España (1950, vol III, pág. 143), la elaboración era obra del impresor vigitano Josep Soler i Arqués en la masía els Ferrers de Santa Maria de Besora, con la colaboración de Juan de Vidal i de Llobatera. Más adelante, fue necesario trasladar la imprenta a la masía Clarella, de Vidrà.

El sello lleva la efigie de Carlos de Borbón y Austria-Este, pretendiente carlista a la corona de España, con la leyenda “Dios. Patria. Rey “, arriba; “Correos • 16 Ms Vn ” (“maravedís de vellón”), abajo; “Año de 1874”, a la izquierda, y “Cataluña”, a la derecha.

El sello se imprimió en litografía, sin dentar, en hojas de cien sellos, en una disposición muy peculiar: un sello en el centro de la primera fila y once filas de nueve sellos. Generalmente la disposición es más homogénea: para 100 sellos, 10 x 10 o 20 x 5; no la disposición de 1 + 9 x 11 usada aquí. En la cabecera de la hoja, figura la inscripción “Ejercito Real de Cataluña”, y abajo, “Comunicaciones” (a la izquierda) y “100 sellos de 16 maravedises “.

El diseño está francamente conseguido; lástima que la precariedad con que se hicieron los trabajos de impresión no permitieron una buena calidad en el acabado. Cabe destacar las modestas condiciones en las que se trabajó: los cien sellos se dibujaron uno a uno sobre una piedra litográfica entintada, usaron las hojas de papel que tenían más a mano.

El facial pagaba el correo en el interior del territorio controlado por los carlistas. Para las cartas internacionales el procedimiento era algo más complicado e indirecto: la carta tenía que ir dentro de un sobre con la dirección en el extranjero escrita y sin sellos. Este sobre se introducía en un segundo sobre franqueado con sellos carlistas y se enviaba al encargado de la correspondencia carlista en Prats de Molló. Dentro del sobre se añadían sellos sueltos franceses o carlistas. En este último caso, el encargado de la correspondencia carlista pegaba los sellos franceses y se cobraba el importe con los sellos carlistas no enganchados. Así, el sobre original, debidamente franqueado con sellos franceses, se llevaba a correos y se hacía circular dentro del sistema postal francés con normalidad.

En realidad, el control irregular del territorio por parte del ejército del Pretendiente no permitió establecer un servicio de correos operativo y el uso postal del sello es más que dudoso. Se utilizó básicamente como comprobante de pago de las aportaciones voluntarias en forma de multas o de contribuciones que los carlistas impusieron a los habitantes de las comarcas ocupadas.

Esto hizo que, terminado el conflicto, hubiera muchas hojas de sellos carlistas en manos de particulares, que encontraron el camino del mercado filatélico y hace que sea un sello relativamente común. A menudo, estos sellos llevan matasellos póstumos (usados ​​fuera de la época de vigencia) o, directamente, falsos. Para poder demostrar su circulación, debe comprobarse que la población estaba en manos carlistas en la fecha del matasellos.

Este es un capítulo poco conocido de la filatelia catalana.

Joan F. Molina

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Carlos de Borbón fotografiado por Félix Nadar (en torno a 1880). Fuente: Wikipedia.

Extret d’A. Tort Nicolau a la Guía del coleccionista de sellos de España.

Extraído de A. Tort Nicolau en la Guía del coleccionista de sellos de España.

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