Los afrikaanders, afrikáners o bóeres son un grupo de población de ascendencia mayoritariamente neerlandesa, residentes en territorio sudafricano. Para entender los orígenes de esta etnia es necesario explorar la historia colonial en la región africana.

Los colonos holandeses llegaron al territorio sudafricano a mediados del siglo XVII, a través de la expedición de Jan van Riebeek. La conquista del extremo meridional de África por parte de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales se convertiría en un punto estratégicamente clave para la escala de los buques con cargas comerciales.

Carro utilizado por voortrekkers durante la emigración hacia el interior del país, 1926. Colección Ramon Marull

Ya desde el primer desembarco, los colonos percibieron las potencialidades del territorio. La riqueza de la región y las posibilidades de una nueva vida, harían que pronto fueran llegando nuevos colonos, algunos de procedencias diferentes. Entre los recién llegados figurarían un grupo bastante importante de refugiados franceses que tuvieron que huir del país debido a la revocación del edicto de Nantes. El incremento de la población forzaría a ampliar el asentamiento del Cabo hacia otros territorios de interior. Estos nuevos expedicionarios recibirían el nombre de trekboer o colonos errantes.

Dibujo ilustrativo de la guerra. Fuente: Wikipedia

Hacia mediados del siglo XIX los bóeres vieron amenazada su prosperidad económica al entrar en conflicto armado con el Reino Unido, que quería conquistar su territorio. Los británicos, vestidos con uniformes rojo escarlata, destacaban notablemente en el paisaje africano, eran unos objetivos fáciles de abatir por parte de los expertos francotiradores afrikáners, que salieron victoriosos de esta Primera Guerra Bóer (1880-1881).

Desde Ciudad del Cabo, los bóeres emigraron hacia nuevos territorios del este y del norte en busca de nuevos asentamientos. Para abrirse paso, fue necesario enfrentarse al control de las tribus autóctonas y también de las tropas británicas desplazadas. Con el tiempo lograrían establecer diferentes repúblicas independientes. El Reino Unido nunca renunció a las tierras y riquezas que estaban en manos de los afrikáners, y siempre había un enfrentamiento latente, que acabó provocando una Segunda Guerra de los Bóeres (1899-1902). Esta vez el resultado no fue propicio para los bóeres, que tuvieron que reconocer la soberanía británica sobre las antiguas repúblicas afrikáners.

La victoria británica tenía como principal objetivo establecer una estructura única para la administración de los diferentes territorios sudafricanos. Casi diez años después de la Segunda Guerra de los Bóeres, nacería la Unión Sudafricana (1910). De acuerdo con el mapa actual formarían parte de ella: Zimbabue, Lesotho y Botsuana.

El poder, como había sido en esta zona desde el principio del colonialismo y como siguió siendo hasta finales del siglo XX, estaba en manos de las élites caucasianas. Había dos partidos principales: por un lado estaba el Partido Nacional de Sudáfrica con una tendencia claramente probritánica; por el otro, estaba el Partido Nacionalista creado por bóeres que defendía los intereses de los afrikáners y promulgaba la independencia del territorio británico. Si bien los probritánicos gobernaron durante los primeros años, pronto fueron sustituidos por el Partido Nacionalista, que promocionó una política marcadamente más identitaria.

Durante el período de vigencia de la Unión Sudafricana (1910-1960) se emitieron varias series filatélicas que homenagean la figura de los bóeres. La colección Ramon Marull recoge ejemplares de esta temática de los años 1926, 1933 y 1938

Los sellos que presentamos a continuación forman parte de esta segunda serie que fue creada para recaudar fondos para la financiación de un monumento conmemorativo de los voortrekkers, bóeres que emigraron de la colonia del Cabo hacia el interior del país.

Sello ilustrativo de la vida de los bóeres. Colección Ramon Marull

Firma de un pacto entre Pieter Retief, líder voortrekker, y el jefe de los zulú. Colección Ramon Marull