Los sellos son un testimonio atemporal de personas que han dejado su huella para siempre en la historia. Elias Lönnrot (Sammatti, 1802 - Sammatti, 1884) es una figura imprescindible para cualquier finlandés.
Sello con la imagen ecuestre de Kulervo, 1935. Colección filatélica Ramon Marull
Elias Lönnrot (Sammatti, 1802-1884) estudió medicina en la Academia de Turku, la primera universidad de Finlandia fundada durante el periodo de dominación sueco, más tarde continuaría su formación en Helsinki. Su experiencia profesional como médico coincidió con un periodo muy difícil en la vida de los ciudadanos de Kajaani. Una serie de malas cosechas generaron un considerable descenso en la producción agrícola, lo que conllevó un período de hambre y consecuentemente, un incremento considerable de enfermedades. Lönnrot, uno de los escasos médicos de la ciudad, veía como diariamente la gente enfermaba y lo pasaban mal. El alto costo de los medicamentos y el elevado precio de la visita médica forzaban que la mayoría de la población tendiera a confiar en los curanderos, que a menudo aportaban soluciones paliativas que no conseguían restablecer la salud del enfermo. Sensibilizado por la precaria situación social y haciendo gala de su actitud comprometida, hoy en día se conservan las cartas que Lönnrot escribía a las autoridades para pedir que no enviaran medicamentos sino comida.
Si bien su primera profesión fue en el campo sanitario, la filantropía y el trabajo diario con la gente le despertó lo que acabaría siendo su verdadera vocación, la filología. El estudio de la lengua finesa fue más allá del espacio académico, Lönnrot realizó numerosos viajes por Finlandia a través de los cuales pudo recopilar muchos materiales de la memoria oral que sólo se conservaban para la transmisión de generación en generación, la mayoría eran cantos ancestrales y cuentos. Los trabajos de campo de las sucesivas expediciones le permitirían producir numerosas publicaciones que hoy en día constituyen una importante fuente del patrimonio inmaterial finlandés.
Entre las publicaciones más destacadas se halla el Kalevala (1835), una extensa compilación de 22.795 versos, divididos en 50 cantos, procedentes de Finlandia, Países bálticos, la Península de Kola y Carelia. Los mitos poéticos y las leyendas nórdicas que se presentan tienen una comparativa muy clara con las grandes epopeyas históricas, como la Ilíada o los cantares de gesta medievales. El poema cuenta las hazañas heroicas protagonizadas por Väinämöinen y las luchas territoriales entre Kalevala y Pohjola. Son muchas las interpretaciones históricas que intentan desvelar el sentido de los cuentos, la opción más generalizada tiende a identificar el país del Kalevala con Finlandia Meridional y Pohjola como Laponia, territorio donde se vivió una crisis de principios entre el pueblo finlandés y el sami. La riqueza histórica, etnológica y cultural de los cuentos lo han hecho figurar entre las obras más importantes del mundo, traducida a más de setenta idiomas.
Kalevala tuvo un impacto muy importante en la sociedad finlandesa. Este eco perdura hasta la actualidad, a menudo encontramos los nombres de los personajes y de lugares citados en el libro en calles, distritos de ciudades, marcas comerciales o negocios. El arte, la música y el cine también se han nutrido de las numerosas historias de vida de los personajes de los cuentos. De hecho, la identificación como patrimonio identitario es tan fuerte que incluso, el día 28 de mayo, el Día de la Cultura de Finlandia, coincide con la fecha de publicación de la primera edición publicada.
En 1931 la autoridad postal finesa rindió un homenaje al profesor Lönnrot a través de la emisión de un sello con su efigie, coincidiendo con el centenario de la Sociedad Literaria Finlandesa. Tal como se puede comprobar en la selección de debajo del artículo, se le representa como un personaje de edad avanzada con la dignidad de un mandatario.
Cuatro años más tarde, la filatelia participó en la celebración del centenario de la publicación del Kalevala a través de la emisión de tres sellos más, todos ellos con representaciones muy diferentes. La elección del diseñador Jorma Gallen-Kallela como ilustrador no fue casual. Jorma era el hijo de Akseli Gallen-Kallela, un pintor finlandés muy reconocido que entre sus encargos figuró la ilustración del Kalevala.
El ejemplar de 1 ¼ marcos muestra dos personajes sentados frente a frente y agarrándose la mano. Las runas explican que algunos de los versos que aparecen recogidos se cantaban siguiendo este ritual moviéndose rítmicamente.
El segundo sello tiene un valor de 2 ½ marcos y representa a Kulervo tocando el cuerno montado en su caballo. Según la leyenda, Kulervo es un personaje inadaptado marcado por una historia de vida trágica. El espíritu de este personaje inspiraría grandes obras de diferentes campos. La más conocida y popular sería la del novelista John R. R. Tolkien, autor de El Señor de los Anillos, que diseñaría el personaje de Túrin Turambar inspirándose en Kulervo. Puede encontrar este personaje en la obra de Los hijos de Húrin o Silmarillion, ambas publicadas póstumamente por Christopher Tolkien.
El sello de dos marcos presenta una curiosa ilustración, una nave con un enorme pájaro sobrevolándola. La escena representa una imagen legendaria de la guerra entre Louhi y Väinämöinen. La mitología finesa y lapona presenta a Louhi, reina de Pohjola, como una figura con la capacidad de transmutarse. En el transcurso de la guerra, Väinämöinen le consigue robar el Sampo, un artefacto mágico de muy preciado valor. Su reacción para recuperarlo consiste en transformarse en pájaro y atacar violentamente la embarcación. Popularmente, la figura mágica de Väinämöinen también inspirará otro personaje de John R. R. Tolkien, en este caso de Gandalf, el mago protagonista de El Señor de los Anillos y de El Hobbit, brillantemente interpretado por el actor Ian McKellen.
Si con todo esto que os hemos explicado os han entrado ganas de leer el libro, puede encontrar una versión en catalán escrita por Ramón Garriga-Marqués bajo el título El Kalevala: la gran epopeia del poble finlandès (1997).