Los vehículos han dejado paso a los peatones en la nueva plaza de las Glòries. El hormigón del antiguo nudo viario se ha convertido en césped de la Gran Clariana, zona de juegos y de práctica deportiva y espacios de recreo y de uso cultural. Los barrios del Clot y la Laguna del Poblenou han unido sin barreras en una de las grandes transformaciones urbanísticas de la ciudad.
El fotógrafo Adrià Goula nos ha mostrado a lo largo de varias fases todo el proceso de demolición y creación de la plaza. Ahora retrata con su maestría el nuevo espacio abierto que se ha abierto en la ciudad.