Los vehículos han dejado espacio a las personas en la nueva plaza de las Glòries. Poco a poco, en el lado sur, los peatones y los ciclistas han hecho suyo un terreno que hace poco más de un año era un gran nudo viario. Vecinos, turistas, estudiantes universitarios y gente que pasa día a día se apropian de un espacio abierto a las personas, que ha dejado atrás el pasado y comienza con múltiples proyectos el futuro.
La plaza ya se puede atravesar de lado a lado y equipamientos como la Farinera del Clot, los Encants Nous, el nuevo Museo del Diseño o la biblioteca del Clot están conectados y permiten la unión de los barrios del Clot y del Parque y la Laguna del Poblenou.
A pesar de ser invierno, son muchas las personas que optan por descansar en las hamacas situadas junto al metro de Glòries, mientras el tranvía circula arriba y abajo de la plaza.
Los días pasan y se acerca la primavera, estación que verá terminada toda la urbanización provisional del espacio.