En 1962, Joan Batet y su familia se pusieron al frente del negocio y convirtieron aquel local en una de las bodegas mejor provistas de Barcelona de la época. Vendían a bares y restaurantes, y hacían entregas a domicilio.
La tienda siguió creciendo y en 1997 pasó a llamarse Verema i Collita (vendimia y cosecha), tal como la conocemos hoy. Su filosofía consistía en conservar un establecimiento centenario, que había albergado la Asociación de Boxeadores de Gràcia y había servido para realizar el reparto de las cartillas de racionamiento durante la Guerra Civil, entre otros acontecimientos que tuvieron lugar en la Vila de Gràcia.
Se trata de un local de techos altos que conserva varios elementos históricos, con tinas de vino antiguas y muchas botellas de vinos diferentes. Es una tienda grande que cuenta con una amplia variedad de productos. La decoración está muy bien conservada y recuerda la estética de principios del siglo pasado.
Actualmente y desde el año 1997, la regenta Pau Mur, que tiene alquilada la tienda al señor Batet. En estos últimos años, Pau se ha encargado de conservar el espacio y la estética del local. Además, consigue un gran movimiento en tratos de vinos.
En Verema i Collita se comercializan las primeras marcas de vino del mercado nacional e internacional, y cuentan con el surtido más selecto de vinos y licores