Una de las esculturas más singulares del barrio del Guinardó es la de El nen de la rutlla, un bronce de Joaquim Ros i Bofarull que se instaló el año 1961 en la plaza que había entre la avenida de la Mare de Déu de Montserrat y la entrada del parque del Guinardó. Una escultura que el mes de enero del 2011 cumplió su quincuagésimo aniversario.

Esta pieza artística, que siempre ha fascinado tanto a los vecinos como a los visitantes, surgió de un concurso público organizado por el Ayuntamiento de Barcelona —presidido entonces por Josep Maria de Porcioles—, a principios de la década de 1960, en el que resultaron premiadas diez obras que fueron distribuidas por los diferentes jardines públicos de la ciudad. La escultura de El nen de la rutlla fue inaugurada el sábado 28 de enero de 1961 por el teniente de alcaldía de obras e instalaciones municipales, Santiago Udina, acompañado de los señores Mendoza, jefe de la sección de Urbanismo, y Riudor, jefe de la sección de Parques y Jardines, así como también del consejero, señor Casasús. Una inauguración que se enmarcaba en los actos conmemorativos del 22.º aniversario de la liberación de Barcelona, dicho de otro modo, de la ocupación de Barcelona por las fuerzas franquistas.

Con respecto al escultor, Joaquim Ros i Bofarull, nació en la calle de la Cadena de Barcelona el 15 de diciembre de 1906, pero poco después se trasladó a vivir al barrio de Horta, donde se crió. Ya de niño iba a buscar barro a las viñas de al lado de su casa, y con él modelaba figuras de pesebre que, a escondidas de su familia, llevaba a vender a la feria de Santa Llúcia. Después de una dilatada carrera como escultor, murió a los 84 años, el 18 de junio de 1991.

Autor: J. M. Contel

Pie de foto: Momento de la inauguración de la escultura de El nen de la rutlla, el 28 de enero de 1961. (Fotografía: Pérez de Rozas)