Inaugurado el primer tramo del metro entre la Sagrera y Vilapicina el 21 de julio de 1959, quedaba todavía un tramo de 688 metros para enlazar el barrio de Horta con la red de metro existente.

Cuatro años después, se aprobaba un plan de urgencia para el metro de Barcelona que incluía la construcción del mencionado tramo, cuyas obras empezaron el 20 de marzo de 1964, aunque no fueron inauguradas oficialmente por el director general de ferrocarriles hasta el 26 de setiembre del mismo año.

La obra del nuevo túnel fue a cargo del Estado y, tres años después, el 5 de julio de 1967, el entonces director general de Transportes del Ministerio de Obras Públicas, Santiago de Cruylles, entregaba oficial y protocolariamente el nuevo túnel al Ayuntamiento de Barcelona. En este acto se escenificaba el traspaso de la obra del Ministerio al alcalde de Barcelona, Josep Maria de Porcioles, que, a la vez, la traspasaba a Jaime Fanés Casas, director gerente del Metropolitano de Barcelona. Al acabar el acto, las autoridades hicieron un recorrido por el túnel desde la plaza de Eivissa hasta Vilapicina.

Finalmente, sin mucha pompa, el 5 de octubre se inauguraba y se abría al público este nuevo tramo que facilitaba a los hortenses una salida hacia la ciudad. Si a la inauguración habían asistido el alcalde de Barcelona y el arzobispo, el día de apertura de este pequeño tramo solo estuvieron presentes diferentes funcionarios de la V Prefectura Regional de la Dirección General de Transportes Terrestres del Ministerio de Obras públicas y miembros del Ayuntamiento de Barcelona.

Autor: J. M. Contel

Pie de foto: Estación de metro de la plaza de Eivissa, poco tiempo después de su inauguración. (Fotografía: Archivo TMB)