En el año 1870, la compañía de aguas adquirió una finca para construir un depósito de agua en Can Baró. En 1890, el maestro de obras Enric Figueras construyó allí un edificio de línea neoárabe por encargo del ingeniero y director de la sociedad, Nicolau Recúlez Chevalier, que quería dedicarlo a vivienda particular.

Parece que la casa fue considerada demasiado esplendorosa y no llegó nunca a ser residencia oficial del director. En cambio, se convirtió en punto de encuentro y de recepciones de la empresa.

En un estado de notable abandono, en los años setenta, la Asociación de Vecinos Joan Maragall emprendió la reivindicación para recuperar el espacio, que finalmente fue adquirido por el Ayuntamiento para convertirlo en la sede del Distrito de Horta-Guinardó. El nombre de Casa de Les Altures podría ser debido al hecho de estar construida cerca de un depósito que tenía el mismo nombre.

Autor: J. M. Contel

Pie de foto: La construcción ha perdido vegetación, pero ha ganado en vistosidad.