Cuando la compañía Tranvía de Barcelona a San Andrés y Extensiones abrió la línea de Horta, compró los terrenos de la masía de Can Xiringall para construir allí las nuevas cocheras.

El espacio era un cercado con muros en el antiguo camino de Sant Iscle y en la rambla de Horta y una central eléctrica que daba servicio al nuevo tranvía inaugurado en el año 1901. Esta instalación de 17.599 metros cuadrados contaba con diferentes edificios destinados a alojar los coches y un taller de pintura y reparación. Después de la guerra del 1936-1939, sirvió para almacenar todas las unidades estropeadas de vía estrecha a la espera de ser recuperadas o desguazadas.

Entre 1947 y 1951, la antigua cochera fue derribada y se levantó una más moderna para vehículos de vía ancha, que fue llamada “de Borbó” por estar en esta avenida. Al cerrarse los talleres centrales de Sarrià, se habilitaron en esta instalación unos nuevos talleres centrales. Durante unos cuantos años, en esta cochera convivieron los tranvías y los autobuses, hasta la noche del 19 de marzo de 1971, cuando entró el último tranvía que circuló en Barcelona. Desde entonces se guardaron allí solo autobuses. Después de más cien años de servicios, esta cochera, que estaba en el límite de los distritos de Horta-Guinardó, Nou Barris y Sant Andreu, cerró en diciembre de 2003.

Autor: J. M. Contel

Fotografía: La cochera de tranvías de Horta, después llamada “de Borbó”, en el año 1964.