Durante las obras de la Exposición Universal de 1929, llegaron a Barcelona numerosas personas, provenientes de otros lugares de España. Se repartieron por la ciudad y la mayoría vivían en condiciones precarias. Poco tiempo antes de la inauguración de la Exposición, las autoridades decidieron construir cuatro grandes polígonos de viviendas para albergar parte de esta masa humana y alejarla del centro de la ciudad.

Uno de estos polígonos fue el de Ramon Albó —hoy Can Peguera—, conocido popularmente como las Casas Baratas de Horta, al pie del Turó de la Peira, en la finca de Can Peguera. Allí, en un terreno de 10,47 hectáreas comprado en 1928 a la marquesa de Castellbell, se construyeron 534 casas proyectadas por el arquitecto Xavier Turull. Eran 200 casas de 58,2 metros cuadrados y 334 de 43 metros cuadrados, agrupadas en diferentes manzanas. A pesar de la urgencia de tener terminadas las viviendas en poco tiempo, su construcción, que costó 9.628.701 de pesetas, no se terminó hasta principios de 1931.

Conjuntamente con las casas, se construyó también un cuartel de la Guardia Civil, una iglesia y una escuela, que recibió el nombre de Hermenegildo Giner de los Ríos y que también dio nombre al conjunto de las viviendas durante el periodo republicano. Durante los primeros años de este polígono, a las calles se les asignó un número, pero en 1945 los números fueron cambiados por nombres de diferentes pueblos de las comarcas gerundenses. Dos años después, en 1947, el Instituto Municipal de la Vivienda construyó 116 casas más de 60 metros cuadrados y jardín, a lo largo del paseo de Urrutia, y en 1949 un nuevo bloque con 31 nuevas viviendas, al lado de la iglesia.

Autor: J. M. Contel

Fotografía: Construcción de las Casas Baratas de Can Peguera en 1929. (Archivo del Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona)