De esta forma el Gobierno municipal da un paso más para dar cumplimiento al compromiso adquirido el pasado mes de junio relativo a ejecutar el plan urbanístico previsto en este ámbito de la ciudad, que contempla construir en este espacio vivienda de protección para realojos.
En septiembre también se inició el proceso de expropiación de ocho fincas del pasaje Sigüenza. En concreto se trata de las fincas 89, 91, 101, 103, 105, 107, 109 y 111-113. La operación engloba 24 viviendas y un local y afecta a un total de 71 personas que estarían empadronadas en estas fincas. Finalizado este nuevo proceso, y sumando las intervenciones ya realizadas, se habrán ejecutado la mitad de las expropiaciones previstas en este pasaje. Así, sólo quedarán 11 fincas más por expropiar, como paso previo para derribar las construcciones existentes y construir las nuevas viviendas de protección.
Las fincas que se han derribado se encuentran desalojadas desde el segundo semestre del año 2020. Durante este tiempo, el Ayuntamiento de Barcelona ha garantizado el realojo temporal a las personas que vivían a través del CUESB, el centro de Servicios Sociales del Carmel (IMSS) y la Oficina de la Vivienda de Horta-Guinardó (IMHAB), y se les ha hecho un acompañamiento individualizado, caso a caso, a través del cual se les han ofrecido diversas alternativas habitacionales y sociales .
Desde el mes de julio, también continúan desalojados los inmuebles situados en la calle Sigüenza 91, y en el pasaje Sigüenza 91 y 101. Desde el Distrito de Horta-Guinardó, el CUESB y el centro de Servicios Sociales del Carmel (IMSS) se ha hecho un dispositivo especial para garantizar el alojamiento temporal durante ese tiempo a todos los afectados.
La problemática en este entorno se inició el 29 de agosto de 2020, cuando el Ayuntamiento de Barcelona tuvo que desalojar de urgencia el edificio situado en el pasaje Sigüenza 95 por su mal estado a nivel estructural, declarándolo posteriormente en situación de ruina inminente. También a consecuencia de este incidente tuvo que desalojar el número 93. A partir de ese suceso, el Distrito de Horta-Guinardó, a través de una empresa especializada, llevó a cabo una revisión completa de todos los inmuebles situados en este pasaje y en la calle Sigüenza. El análisis concluyó que tanto el edificio situado en el pasaje Sigüenza 95, como los del número 93 y 97-99 se encontraban en mal estado y en consecuencia debían derribarse.
El pasaje Siguenza tiene un desnivel de 7,45 metros y una pendiente aproximada de 9%, siendo el punto alto de la calle el número 113. Muchas de las construcciones existentes empezaron a ejecutarse en los años 50 con una tipología de autoconstrucción y van ir creciendo en altura progresivamente.