La sexualidad es una dimensión fundamental del ser humano que se va construyendo a través de la interacción de nuestra parte biológica y psicológica y el entorno sociocultural que nos rodea.
Tiene tres funciones principales: comunicar afecto, obtener placer y reproducirnos.
La sexualidad no es solamente genitalidad o coito. También son las creencias, los pensamientos, las emociones, las actitudes, los roles, las relaciones que establecemos y las prácticas que realizamos.
Las enseñanzas y el aprendizaje influyen mucho en nuestra forma de entenderla y vivirla. Nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos y constituye una parte integral de la personalidad.
La orientación sexual
La sexualidad es muy amplia y llena de variantes.
Se trata de que cada uno se sienta cómodo disfrutando de la sexualidad a su manera y con respeto hacia las otras personas.
Heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, transexualidad... Muchas son las variantes; lo más importante es el autoconocimiento.
Sexo libre y seguro
Es importante disfrutar del sexo y la sexualidad con naturalidad y evitar situaciones de riesgo o no deseadas: embarazos no queridos o infecciones de transmisión sexual.
Además, es básico el respeto hacia la otra persona, así como sentirse cómodo con uno/a mismo/a: no se tiene que hacer nada que no apetezca.
En caso de duda...
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Actualización | Julio 2015