Estudiamos desde casa, pero... ¿cómo?

29/04/2020 - 19:01

Formación. La vida estudiantil no se detiene con la Covid-19, así que tenemos que aprender a planificar bien la nueva rutina de estudios que se nos presenta, lejos del aula. ¡Adelante!

Si sois estudiantes sabréis que, debido a la situación de crisis sanitaria, el calendario académico se ha visto afectado y que, seguramente, tendréis que seguir vuestros estudios y clases desde casa.

¿No tenéis la costumbre de estudiar en casa? ¿Sentís que no podéis organizaros y que el exceso de trabajo os agobia? ¡Tranquilidad!

Desde el servicio Aquí t’escoltem y el Centro de Asesoramiento Académico para Jóvenes (CAAJ) os ofrecen una serie de consejos para que os sea más fácil seguir con vuestra rutina de estudio confinada hasta que no sean necesarias las medidas de prevención actuales.

Recordad, sin embargo, que lo más importante y el secreto para aprovechar al máximo las horas de estudio, siempre será la propia actitud. ¡Nuestra motivación depende de nosotros y seguro podemos hacer todo lo que nos proponemos, con implicación y esfuerzo!

Muchos de los siguientes consejos os podrán servir para ahora y para más adelante, así que recordad anotarlos.

¡Vayamos por partes!

1. LA IMPORTANCIA DEL ENTORNO: CUIDAD VUESTRO ESPACIO DE ESTUDIO

Buscar un entorno tranquilo y recogido es el primer paso para poder concentrarnos, aunque, durante el confinamiento, puede ser difícil encontrarlo, sobretodo si convivimos con muchas personas en casa.

Una vez encontremos nuestro espacio, mantengámoslo arreglado y, únicamente, con el material que necesitemos. Por lo tanto, eliminemos todo aquello que no nos haga falta; eso incluye el móvil, ¡una gran tentación y fuente de distracciones!

Os proponemos que dividáis los espacios de vuestra casa y les asignéis una función específica:

Zona personal

  • Lugar tranquilo, arreglado y libre de distracciones para aquellas tareas que requieren de máxima concentración. No importa si no es muy grande… ¡es vuestra guarida! Eso sí, os tenéis que poder sentar bien, con los dos pies en el suelo, y tener bastante luz como para leer sin problemas. Si hay ruidos a vuestro alrededor, poneos tapones en las orejas. No descartéis poner un letrero en la puerta: “Don’t disturb”. Y cuando salgáis para descansar, recordad abrir la ventana para airear el espacio.

Zonas comunes

  • Son zonas para cuando descanséis y charléis por teléfono con amigos y amigas… No son válidas para estudiar, pero sí para ver la televisión o un vídeo que os hayan recomendado en el instituto… y, por descontado, para hacer unos estiramientos de todo el cuerpo, de vez en cuando.

Zonas comodín

  • Pueden servir un poco para todo. Buscad aquellas estancias (terrazas, balcones, patios…) que os ayuden a relajaros y os permitan realizar aquellas tareas más tranquilas o ligeras como pasar apuntes, hacer esquemas, charlar por WhatsApp con los compañeros y compañeras… De vez en cuando, ¡respirad, llenad los pulmones y tomad aire fresco!

2. CREAD UNA RUTINA

Poneos horarios y, ¡nada de ir en pijama! Es importante marcarse unas rutinas y respetarlas cada día, teniendo en cuenta la situación que cada quien vive en su casa. Por ejemplo:

  • Despertaos temprano. Podéis retrasar un poco la alarma del despertador estos días porque os ahorráis el viaje desde casa hasta el instituto o a la universidad, pero evitad levantaros demasiado tarde para no cambiar vuestro ciclo vital.
  • Respetad los horarios de las clases y seguid dedicando un tiempo a cada materia. De esta manera no dejaréis atrás ninguna asignatura. Todos los expertos y expertas coinciden en que es importante empezar a estudiar haciendo la tarea que se nos hace más pesada y acabar con la que más nos gusta. Recordemos, al pensar en la planificación que seguiremos, que ésta tiene que ser realista y tener en cuenta la dificultad que nos supone cada una de las asignaturas que tenemos que estudiar.
  • Mantened una alimentación equilibrada y evitad las comidas copiosas o con grasas porque pueden provocaros pereza para estudiar o haceros daño en el estómago.
  • Realizad pausas para descansar la mente y el cuerpo (por cada 50 minutos estudiando, 10 minutos de pausa). En los descansos, haced estiramientos, levantaos, andad, mirad por la ventana o por el balcón tan lejos como podáis… Ensanchad el cuerpo y, si os hace sentir bien, bailad o haced algún ejercicio físico intenso.

3. ORGANIZAD VUESTRO TIEMPO DE ESTUDIO

  • Haced un calendario. Cread una agenda y anotad los próximos exámenes, fechas de entrega de trabajos o de deberes… de la misma manera que si continuaseis yendo a clase.
  • Definid unos objetivos específicos para cada asignatura. ¿Qué temas estudiaréis para cada materia y cuánto tiempo le dedicaréis? El hecho de visualizar la meta os ayudará a focalizar mejor las energías y os animará saber que os vais acercando al objetivo previsto.
  • Compartid vuestro calendario y objetivos con otros compañeros/as. Podéis compartir los apuntes y/o material de estudio, preguntar para confirmar las fechas, hacer ejercicios y algunas tareas de manera conjunta… Trabajar en equipo es una muy buena estrategia, a pesar del confinamiento… ¡Entre todas somos más fuertes!

4. LAS CLASES “ON-LINE”

Seguid haciendo lo mismo que hacíais en las clases presenciales (a menos que os dedicaseis a dormir, hablar, jugar con el móvil y/o consultar las redes sociales).

Escuchad, tomad notas, intentad relacionar aquello que os explican con conocimientos que ya teníais…

Las clases “on-line” sirven para identificar a qué temas da más importancia el profesorado, para solucionar dudas, para facilitar y/o explicar el material de estudio… También, aunque suene un poco a “hacer la pelota”, sirven para que los y las maestras vean que tenéis interés… Además, evidentemente, de prepararos para la evaluación.


5. EL PROPIO ESTILO DE ESTUDIO Y DE APRENDIZAJE

No todas las personas aprendemos de la misma manera. Hay quien aprende más fácilmente a partir de la lectura de textos, de hacer explicaciones en voz alta o, incluso, discursos; otros lo hacen a partir de la observación, de mirar y fijarse, o de resolver problemas aplicando la lógica o el razonamiento; hay quien necesita del movimiento, pasear arriba y abajo por la habitación mientras intenta memorizar o razonar aquello que estudia. Unas personas necesitan de la interacción social y disfrutan más del trabajo en grupo, mientras que otros prefieren hacerlo individualmente…

Lo más habitual es que predomine un estilo, pero que los utilicemos todos, en mayor o menor medida. Si sabéis cuál es vuestro estilo de aprendizaje predominante podréis buscar actividades de estudio que se ajusten más a vuestra forma de aprender.

6. ¿Y SI NOS TENEMOS QUE ENFRENTAR A EXÁMENES “ON-LINE”?

Antes de los exámenes

  • Intentemos llevar al día la asignatura.
  • Preguntemos a nuestro profesorado y/o compañeros/as todo aquello que no acabemos de entender para resolver nuestras dudas.
  • Hagamos ejercicios para ir interiorizando los contenidos. También podemos pedir a un/a compañero/a de clase que nos ponga a prueba. Ya que tenemos que estar en casa sin poder verlos, es una buena excusa para organizar una videollamada de grupo o intentar hacer un “Quiz on-line” para constatar de una manera original y divertida qué asignaturas llevamos mejor y cuáles tenemos que seguir repasando.
  • Pasemos a limpio los apuntes de cada tema según los vamos acabando y así no lo tendremos que hacer todo el último día.

Unos días antes de los exámenes

  • Preguntemos a nuestro profesor o profesora cómo será el examen (test, oral, práctico, de desarrollo…) y/o pidámosle exámenes antiguos para poder practicar.
  • Anotemos lo que creemos que será más importando de cada tema, planteémonos posibles preguntas que nos puedan hacer y, como en un simulacro, respondámoslas como si fuera un examen real (¡no vale mirar los apuntes!).
  • Comprobemos que lo que hemos contestado sea correcto y repasemos aquello que no estaba bien o lo que nos ha costado más responder.

Durante los exámenes

  • Dediquemos unos pocos minutos a leer con atención las preguntas. Podemos hacer breves anotaciones, con lápiz, de lo que queremos responder con más detalle después.
  • Repartamos bien el tiempo total, pensando el tiempo determinado que podemos dedicar a cada apartado y empezando por las preguntas más sencillas para tener tiempo para las más complicadas. Si nos encallamos con una pregunta, pasemos a la siguiente y, si nos sobra tiempo, ya “volveremos” para responderla.
  • Demostremos lo que sabemos respondiendo de forma clara y ordenada.
  • Repasemos todo lo que hemos contestado y, sobre todo, tengamos en cuenta las faltas de ortografía.
  • Seamos positivos/as y, si lo necesitamos, hagamos ejercicios de respiración para controlar los nervios.

7. CUIDAD Y DAD SENTIDO A VUESTRO TIEMPO LIBRE

Poder disfrutar del propio tiempo libre es igual de importante que estudiar, especialmente estos días en los que las relaciones sociales han quedado confinadas o reducidas a la esfera digital.

  • Distribuíos el tiempo en tareas y ámbitos claramente diferenciados: estudiar, tareas domésticas y de cuidado personal, descanso y ocio.
  • El tiempo de ocio es para hacer actividades que os gusten o interesen y que os permitan desconectar. Además, podéis acordar con el resto de compañeros/as o familiares con quien convivís un espacio para compartir alguna actividad de ocio.
  • Organizad encuentros telemáticos con vuestras amistades: una cena el viernes por la noche, un “escape room” virtual, una sesión de cine con palomitas…
  • Diversificad los contenidos que acostumbráis a ver por Internet o redes sociales.
  • Aprovechad la oportunidad para hacer aquello que nunca hacéis por falta de tiempo: intentad aprender a tocar algún instrumento con tutoriales “on-line”, perfeccionar algún idioma, escribir, leer, dibujar, cuidar vuestro cuerpo…
  • Practicad deporte para activar vuestro organismo y favorecer al mismo tiempo un sentimiento de bienestar físico y emocional.

8. GESTIÓN PSICOLÓGICA DE ALGUNAS EMOCIONES Y/O PENSAMIENTOS QUE INTERFIEREN A LA HORA DE ESTUDIAR

  • Cuando estéis especialmente nerviosos/as, paraos y preguntaos qué es lo que os provoca esa ansiedad. Registrad qué pensáis y cuáles son las sensaciones corporales que experimentáis. Probablemente lo que os genera este malestar son vuestros propios pensamientos (“¡No puedo! ¡Nunca lo conseguiré! Y si…”). Una vez detectados estos pensamientos, contrastadlos con la realidad y con vuestra experiencia anterior. ¿Son ciertos al 100%? ¿Existen otras opciones más realistas u optimistas?
  • Practicad alguna técnica de relajación, haced estiramientos, respiraciones…
  • Hablad con vosotros mismos/as para tranquilizaros y aseguraos de que los objetivos que os habéis marcado son realistas.
  • Centraos en lo que podéis hacer cada día y no anticipéis que no lo conseguiréis o que os faltará tiempo.
  • No os comparéis con el resto de compañeros/as; cada uno tiene su propio ritmo y lo que funciona a una persona no tiene por qué funcionarle a otra.
  • Modificad vuestros pensamientos negativos por otros más positivos y que comporten una acción por vuestra parte:
    “No lo conseguiré, Abandono, no puedo” por “Todavía no lo he conseguido, pero utilizaré estrategias diferentes para avanzar paso a paso”.
    “Es demasiado difícil” por “Requiere tiempo y esfuerzo, pero si dedico el tiempo necesario lo acabaré consiguiendo”.
    “No lo ser hacer” por “Puedo aprender a hacerlo y también puedo pedir ayuda si lo necesito”.
    “¡Soy pésimo/a en…!” por “¡Es cuestión de práctica!”.
  • Buscad apoyo psicológico. Charlar con alguien de aquello que os preocupa os puede ayudar a clarificar la situación.

9. ¡CONTAD CON LOS SERVICIOS JUVENILES!

El Aquí t’escoltem mantiene su atención telemáticamente para escuchar vuestras dudas, desazones, miedos… y para ofreceros recursos de gestión emocional.

Estos recursos, seguramente, ya los tenéis, pero cuando nos preocupamos los perdemos de vista y no los utilizamos. Por este motivo, puede ser útil que alguien nos ayude a encontrarlos entre todas las preocupaciones que a veces nos dan vueltas por la mente.

¡Para eso sirve el Aquí t’escoltem! Enviadles un WhatsApp al 601 641 056 indicando vuestro nombre, la edad, el distrito donde vivís y, de forma muy breve, el motivo de la consulta y os contactarán en breve.

Si tenéis preguntas sobre la situación académica o otras vinculadas al estudio, no dudéis en contactar con el servicio gratuito de asesoramiento académico para jóvenes.

Actualmente podéis contactarles fácilmente de manera telemática:

  • Tel. 601 640 795
  • C/e: educaciojove@bcn.cat
    Horario de atención: de lunes a jueves, de 10.00 a 14.00 horas y de 15.00 a 17.00 horas, y los viernes, de 10.00 a 15.00 horas
  • Atención en línea a través de la Orientadora virtual
  • Facebook del CAAJ