La creatividad en tiempo del COVID-19

11/05/2020 - 12:38

Jóvenes. ¿Creéis que la creatividad es sólo cosa de artistas? ¡Nada más lejos de la realidad! Poner a trabajar la imaginación es indispensable para crecer y adaptarnos, sobre todo en momentos complicados como el actual.

Esperando que vayan avanzando las fases de desconfinamiento, nos hemos ido haciendo preguntas cargadas de emociones y sentimientos confusos, y, más que nunca, hemos tenido tiempo para pensar y reflexionar sobre nuestras vidas, el modelo social actual y la situación del planeta. Las personas, los barrios, las ciudades y los países nos estamos definiendo por cómo encaramos este momento sin precedentes y nos adaptamos a la “nueva realidad”.

Si hay algo, pues, que todos y todas hemos practicado estos días es la capacidad de ser creativos/as. Y aunque, si no realizamos ninguna actividad vinculada con el arte, a menudo pensamos que no somos creativos/as, la realidad es que la creatividad va mucho más allá y tiene cabida en cualquier ámbito: social, político, emocional, científico…

 

“Que la inspiración te encuentre trabajando” (Picasso)

Diferentes autores definen la creatividad como el proceso de dar a luz algo nuevo y al mismo tiempo útil, como la habilidad de inventar y desarrollar ideas, cosas o conceptos nuevos, originales o diferentes para encontrar soluciones a problemas, crear nuevas realidades o materializar los sueños.

La gran compañera de la creatividad es la imaginación, la cual nos permite soñar y pensar ideas, cosas y situaciones, transportarnos al pasado y darnos la oportunidad de visualizar un nuevo futuro. La diferencia entre ambas es que la imaginación es inactiva: no se pone en práctica sino que se queda en una idea onírica. En cambio, la creatividad pone a trabajar la imaginación, le da vida y la lleva a la realidad con constancia, perseverancia y práctica.

¡Y es que la creatividad se aprende y se entrena como se aprende a leer o a tocar el piano!

 

El ser humano es un ser creativo por naturaleza

El actual sistema educativo y laboral no favorece el desarrollo de la creatividad y, a menudo, la tenemos dormida o pensamos que es algo lejano a nosotros…

A pesar de ello, la creatividad surge y resurge de chispas, de instantes de inspiración y conexión con nosotros mismos/as y, por lo tanto, con la vida. Es decir, se desencadena por alguna pasión, emoción, sentimiento o circunstancia con el fin de permitirnos expresar, liberar y compartir nuestros sentimientos.

Si queremos despertar nuestra creatividad, pues, debemos aprender a encontrar y encender nuestras propias chispas, aquello que nos motiva y nos llena de energía.

 

Dibujando un nuevo mundo

Durante el confinamiento, todos y todas, en algún aspecto, hemos puesto en práctica nuestra capacidad creativa reorganizándonos y buscando estrategias para afrontar esta situación y encontrando las maneras de comunicarnos y ayudarnos. Por ejemplo:

  • Quizás nos hemos aventurado a probar alguna actividad de cariz más artístico.
  • En un abrir y cerrar de ojos, personas trabajadoras y estudiantes nos hemos adaptado a realizar nuestras tareas y clases de forma telemática.
  • Artesanos del textil y familias han empezado a hacer mascarillas para aquellas personas que las necesitan.
  • Con el fin de arrancarnos una sonrisa, se han convocado en las redes concursos lúdicos (como el “ATE confinART”) y se han publicado centenares de “memes” y canciones positivas (como las de los Stay Homas en el Eixample).
  • Un gran número de profesionales han compartido sus conocimientos en clases “on-line”, abiertas y gratuitas.
  • Vecinos y vecinas que nunca habían hablado se comunican mediante grupos de WhatsApp y participan en redes de apoyo en los barrios y para las personas más vulnerables.
  • En comunidades de pisos, se ha celebrado Sant Jordi dejando libros en las puertas, se envían notas de ánimo a personas mayores desde el balcón ligadas con un cordel, se cuelgan dibujos llenos de colores en las ventanas…

La situación que vivimos nos hace plantearnos cómo es y cómo querríamos que fuera nuestra sociedad, y qué es realmente importante: quizás no necesitamos consumir tanto, ni buscar respuestas en el exterior o “likes” en Instagram… Y, en cambio, nos es mucho más necesario pasar tiempo con nuestros pensamientos y con los demás, abrazarnos, sentirnos cerca y cuidarnos.

Os animamos a poner en valor la creatividad, el arte y la gestión emocional, herramientas indispensables para afrontar momentos complicados y no sentirse aislado/a. Y recordad que, cuando ponemos a trabajar nuestra imaginación, somos capaces de avanzar, solucionar los problemas y afrontar todos los retos.