Inés Marco

Inés Marco: "El capitalismo es un sistema biocida"

 

Cumplió 32 años el pasado agosto, en la isla de Lesvos (Grecia). Después de presenciar la vulneración sistemática de todos los derechos de las personas refugiadas ejercida por la UE ha decidido ir a vivir un tiempo a la isla.

 

¿Cúal es tu trayectoria profesional?

He estudiado Economía. El año pasado acabé mi tesis doctoral en Historia Agraria. También he trabajado como investigadora y activista denunciando los impactos socio-ecológicos del capitalismo heteropatriarcal y colonial.

¿De dónde surge tu interés por la economía feminista?

Conocí a Cristina Carrasco, una de las referentes de la economía feminista, en la asignatura (optativa) Economía i Dona en la UB. Sentí un amor inmediato, lo que ocurre cuando se te abren las ventanas de la comprensión.

¿Cómo definirías el ecofeminismo?

El ecofeminismo es una corriente de pensamiento y una práctica política que busca encontrar los nexos en común y las sinergias entre el feminismo y el ecologismo. La idea principal es que el actual sistema económico se basa en la explotación y la desposesión de los recursos naturales y del cuerpo y los tiempos de las mujeres.

El ecofeminismo materialista plantea que haber responsabilizado a las mujeres de los trabajos de cuidados ha generado un mundo público masculino, desvinculado de los tiempos biológicos y ecológicos.

El término ecofeminismo lo acuñó en 1974 Françoise d’Eaubonne (1920-2005) pensadora libertaria, que planteaba que “la falocracia está en la base misma de un orden que no puede sino asesinar a la Naturaleza en nombre del beneficio”.

¿Qué carencias tiene el ecologismo que dan pie a que nazca el ecofeminiso?

En Europa, la coincidencia de las olas del movimiento ecologista y feminista en los 70 hizo que muchas mujeres se interrogaran sobre el papel del patriarcado en la construcción del sistema económico y en sus impactos ecológicos. Las aportaciones del ecofeminismo, que todavía son invisibilizadas en parte del movimiento ecologista, recuerdan que no podemos avanzar hacia sociedades justas en términos sociales y ambientales sin despatriarcalizarnos.

Existe una vinculación historica y cultural entre mujer y naturaleza. ¿Qué consecuencias ha tenido este vinculo para las mujeres? 

Aunque es un debate abierto, vinculado a la antropología, parece lógico que el papel de las mujeres en la procreación y crianza facilitara la identificación de las mujeres con la Naturaleza.

Pero en definitiva, la clave es comprender la importancia del control de los cuerpos-territorios con capacidad de crear y de cuidar la Vida. Devaluar ambas cosas, Naturaleza y Mujer, funciona como estrategia para legitimar su posición subordinada, y por lo tanto para legitimar el expolio y la desposesión.

Qué papel han jugado las mujeres en la defensa del medio ambiente?

El patriarcado ha asignado a las mujeres el cuidado de la vida y por lo tanto son ellas las primeras que han detectado, denunciado y se han defendido de los ataques del capitalismo a la naturaleza no humana, y sus efectos sobre las comunidades.

El ecofeminismo plantea romper con el sistema capitalista actual. ¿Por qué?

El ecofeminismo denuncia que el capitalismo es un sistema biocida, que amenaza y destruye la Vida de forma sistémica. Ampliando la propuesta marxista, defendemos que existe un conflicto estructural entre el capital y la vida. El capitalismo es incapaz de mantener sus procesos de acumulación de capital sin desposeer de forma permanente los cuerpos-territorios subalternos.

"Cualquier propuesta política que busque poner la vida en el centro, transitar hacia sistemas económicos sostenibles ecológica y socialmente, tiene que ser necesariamente anticapitalista"

¿Qué propuestas hacen el ecofeminismo y la economía feminista para revertir los males del capitalismo?

Las propuestas son múltiples, diversas, dinámicas y territorialmente definidas. No hay recetas universales. Necesitamos evitar las propuestas simplistas, que no prevean los conflictos derivados de la pérdida de privilegios de algunxs, para poder plantear estrategias políticas realistas. Algunas claves como la soberanía alimentaria y la soberanía energética pasan por un proceso de replanteamiento de las necesidades, redistribución y replanteamiento de las formas de propiedad y de la riqueza, y de la distribución territorial.

Junto a la redistribución de los trabajos domésticos y de cuidados entre hombres y mujeres existe un debate de fondo, que nos plantea de qué forma queremos organizar la provisión de cuidados más allá de los límites de las familias nucleares. Junto a estos debates, existen reivindicaciones urgentes como la garantía de derechos laborales fundamentales para las trabajadoras del hogar y los cuidados asalariados o para el colectivo de cuidadoras familiares.

¿El ecofeminismo ha triumfado en algun lugar del mundo?

Podríamos decir que creemos en los pequeños triunfos, en los triunfos cotidianos, y en la continuidad de la lucha. Se trata de invertir las prioridades del sistema y las lógicas, desde la acumulación del capital hacia la sostenibilidad de la vida, no va a ocurrir mañana. Las propuestas ecofeministas cada vez están más presentes en los movimientos sociales y las redes crecen. Somos diverses, pasando por las compañeras de Rojava, las redes ecofeministas de América Latina. Construimos desde todos los rincones.

¿Nos recomendarías algun libro, documento o audiovisual para formarnos en economía feminista y ecofeminismo?

Recomendaría releer a Anna Bosch, ecofeminista catalana que a pesar de que escribió ya hace unes décadas sigue planteando cuestiones actuales. Vandana Shiva, Lorena Cabnal, Yayo Herrero,...

¿Tienes alguna pasión escondida?

Diría que no, he trabajado para perder la vergüenza.

 


 

En La Fàbrica del Sol hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Inés Marco, una activista ecofeminista que lucha contra el capitalismo heteropatriarcal.