La poesía acción o la poesía de carne y hueso, un recuerdo de Carles Hac Mor y Ester Xargay

Con Julien Blaine y Marc Audí

Julien Blaine (Rognac, Francia, 1942; Christian Poitevin es su nombre real) es una figura clave de las neovanguardias europeas, de la acción y de la poesía de experimentación. Participó en el Mayo del 68 en París y en la confluencia de la clave social y política subversiva y revolucionaria del momento y el deseo de recuperación de la energía irreductible y la integridad de la vanguardia (dos aspectos que lo acompañarían a lo largo de su trayectoria artística). Ese mismo otoño de 1968 creó el movimiento poético«:». Desde entonces nunca ha dejado de impulsar y organizar muestras, eventos y publicaciones de poesía experimental, tanto dentro como fuera de Francia. Fue fundador de las revistas Robho (1967) y DOC(K)S (1976).

A finales de los sesenta, desplegó una poesía semiótica que, además de las letras, se producía por signos de todo tipo y puede definirse como «posconcreta» y «posfluxus» (con la demanda de una poesía conductual, en que la poesía se experimenta en cada momento como parte integral de la vida). Esta, a lo largo de los setenta, llevando al extremo las tensiones internas de la fragmentación, evolucionó hacia el concepto de poésie élémentaire. 

A finales de los noventa, adquirió un protagonismo cada vez mayor, a caballo entre la gamberrada escénica y la ironía desenfrenada, la acción corporal y carnal contenida en el poema. Se ha dicho que, por encima de todo, la poesía de Blaine es una experiencia física: una acción o performance. También es un proceso o una investigación incierta. A través del poema convertido en acción (las publicaciones, por cierto, muy prolíficas y en todos los formatos imaginables —libros, carteles, discos, folletos, arte postal, objetos, películas, revistas, periódicos, etc.— a menudo pasan a ser consideradas meras partituras, esquemas preparatorios para la poesía acción, o incorporan aspectos materiales y de poesía visual), Blaine se propone encarnar y desosar el lenguaje con la voluntad de lograr y transmitir lo que él denomina la «cualidad corporal del poema». O, como expresaría el propio Blaine en una famosa entrevista en 2009 con Toni Negri, «moverlo, moverlo con todo nuestro cuerpo, nuestra voz completa y entera». No es una coartada. Muchas de estas acciones lo ponen en peligro físico real, sacan al poeta de cualquier zona de confort, configuran un espacio de violencia incontrolable y siempre oscilan entre lo grotesco y lo trágico, porque «el poeta actual es ridículo». 

Resulta bastante sintomático que Julien Blaine no limitara esas acciones y su labor como agitador de conciencias a los espacios habituales del arte y la poesía. Bajo el nombre de Jules VAN (acrónimo de vrai art nouveau, «verdadero arte nuevo», que ya había usado desde 1975 para firmar una columna en el periódico Libération, del que, de hecho, había sido uno de los fundadores y desde donde alentaba a los lectores a vivir más intensamente), de forma dispersa y en varias ocasiones, practicó el arte del boicot, el robo, el disfraz y el sabotaje en lo que, por oposición, podríamos denominar la «vida real» o el «mundo civil».

Marc Audí (Barcelona, 1979) es profesor titular en la Universidad Burdeos-Montaigne. Sus líneas de investigación son la poesía catalana contemporánea (siglos XX y XXI), la poesía visual, la literatura comparada, y el diálogo entre la plástica y la literatura en las primeras y las segundas vanguardias.