Para visibilizar cómo las imágenes del pasado actúan en el presente debemos convertirnos en lectores que puedan discernir cuestiones como de qué modo estas imágenes siguen dialogando con nosotros. A partir de esta premisa empieza el curso Lectores de imágenes con una sesión a cargo de Alberto Santamaría, que propone acercarse a esta lectura desde dos formas afectivas que marcan algunas obras de arte de los siglos XVII y XVIII: la risa y el ensimismamiento, dos visiones distintas del sujeto, la de quien es consciente de la corporalidad festiva y la de quien vive el autoolvido como una necesidad.

La risa y el ensimismamiento. Dos lugares de la imagen

Las imágenes parecen poseer su propia vida, y así son capaces de vagar en el tiempo, reclamando, desde su aparente superficialidad, que penetremos en ellas cargados de ese presente que constantemente llevamos con nosotros. Este ha sido uno de los motivos recurrentes que ha aparecido en los diferentes debates y lecturas que se han realizado recientemente sobre la imagen, lecturas que han tratado de narrar de otro modo, estudiando la infinidad de pliegues que tiene eso que hasta ahora llamábamos “historia del arte”. Es decir, visibilizar cómo las imágenes del pasado actúan en el presente. Pero, ¿de qué modo podría ocurrir esto? La clave quizá resida en la forma de conjugar mirada y lectura. Las imágenes demandan nuestra atención como objetos inagotables que son, como objetos que siguen reclamando ser leídos incansablemente. Las imágenes del pasado nos reclaman, pero en la misma medida nosotros exigimos algo siempre de ellas. De este modo, partiendo de estos presupuestos, lo que nos proponemos en este caso es la lectura de dos gestos, de dos formas afectivas que marcan algunas obras de arte de los siglos XVII y XVIII: la risa y el ensimismamiento. Por un lado, la risa, la fiesta, la asunción de un nuevo sujeto consciente de su corporalidad festiva. Por otro lado, el sujeto ensimismado, que ejerce su derecho a olvidarse del mundo y que vive su propio autoolvido como una necesidad. Así, partiendo de los trabajos de José Emilio Burucúa, Svetlana Alpers y Michael Fried, entre otros, ejerceremos ese derecho de convertirnos en lectores de lectores de imágenes y estudiaremos la formación del espectador moderno desde esas dos plataformas afectivas: la risa y el ensimismamiento. En definitiva, trataremos de abordar desde ahí el llamado poder de las imágenes. ¿Qué piden de nosotros? ¿Cuál es su sentido? ¿De qué forma siguen dialogando con nosotros y afectan al presente? Estas serán cuestiones a plantear.

Alberto Santamaría (Torrelavega, 1976) es profesor de Teoría e Historia del Arte en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca. Es autor de ensayos como La vida me sienta mal. Argumentos a favor del arte romántico previos a su triunfo (2015) y Arte (es) propaganda (2016).