“Hace unos años, paseaba con Falla por Granada. Él hablaba de la degeneración que envolvía nuestras viejas canciones y, cuando protestaba, de una ventana salió una canción antigua, pura. Nos asomamos y, a través de la celosía verde, vimos una habitación blanca, aséptica, sin un cuadro, como una máquina de vivir del arquitecto Corbusier.”
—Federico García Lorca, ‘Arquitectura del cante jondo’ (circa 1932)