Durante los últimos treinta años, Clemente Bernad (Pamplona/Iruñea, 1963) ha fotografiado las grandes crisis sociales y políticas del sur de Europa. A pesar de que su trabajo subscribe las bases del fotoperiodismo, sus imágenes raramente circulan por los medios que se nutren de este género. Lo hacen a través de publicaciones autofinanciadas y en exposiciones donde el registro documental que le caracteriza se inscribe en las prácticas del arte contemporáneo. Hemendik Hurbil / Cerca de aquí es el último de los proyectos al que ha dado forma en un libro que contiene 470 imágenes. Bernad reúne en él una de las representaciones más exhaustivas del conflicto vasco, con fotografías tomadas entre 1987 y 2018. La exposición que se deriva de este proyecto pone de relieve el carácter fuertemente empírico de este tipo de fotografía, una práctica que exige estar en el lugar de los hechos, en esos instantes en que la violencia adolece ―como dice el propio fotógrafo― de una viscosidad perversa.

La representación del conflicto visto por Bernad se enmarca entre una foto de 1987 tomada en Pamplona/Iruñea y otra fechada exactamente el 4 de mayo de 2018 en Kanbo / Cambo-les-Bains, momento que evoca la Declaración de Arnaga, que certificó la disolución final de ETA. Entre una y otra el tiempo discurre de forma anómala. La suma de los hechos no proporciona indicio alguno que ayude a intuir la cercanía o lejanía de la solución a ese conflicto que lastró el País Vasco durante décadas. Hemendik Hurbil / Cerca de aquí se apoya en un flujo ―a todas luces insoportable― que funde violencias de signo opuesto. Las imágenes que brotan de esta historia descartan cualquier posición de privilegio cognitivo sobre lo que está ocurriendo. Bernad desmonta así la correspondencia, a menudo poco cuestionada, entre la narración fotoperiodística y la evolución de los hechos, un rasgo crítico que le convierte en antifotoperiodista.