Luc Boltanski y Arnaud Esquerre
 

Los objetos intercambiados a precios elevados o muy elevados en relación con los precios más comunes, la industria del lujo, el mercado del arte contemporáneo, la creación de patrimonio, el turismo: todas estas actividades constituyen lo que llamamos una “economía del enriquecimiento”. Se podría plantear la objeción que la existencia de una esfera de exclusividad y de lujo no es nada nuevo. Con todo, desde el punto de vista de la creación de riquezas, la esfera que tenemos que describir se distingue del mundo industrial en muchos aspectos, y tiene importantes consecuencias económicas y sociales, hasta el punto de que se puede esbozar esquemáticamente una tabla de dos tipos de economía ideales. Así pues, se puede contraponer una economía centrada en la producción industrial a una economía basada en procesos “de enriquecimiento de las cosas”. Estos procesos se basan en el “formato de colección”. Uno de los rasgos originales de este “formato de collación” es que crea un espacio en el cosmos capitalista para incrementar el valor de las cosas del pasado (que pueden haber sufrido un período de decadencia) y de cosas que, aun siendo recientes, se tratan como si estuvieran destinadas a ser inmortales.