Marie-José Mondzain, en su libro Image, icône, économie. Les sources byzantines de l’imaginaire contemporain (1996), sostiene que todo imperio necesita establecer un determinado orden de lo visible. Su tesis es que fueron los padres de la Iglesia católica quienes muy pronto descubrieron la solidaridad fundamental que vincula lo imaginario y la vida; fueron los primeros en crear una pedagogía y una política del icono visible al servicio del poder, bajo un concepto más amplio, el de economía.

A partir de esta reflexión, quisiéramos volver a la cuestión del estrecho vínculo entre la oikonomia y la economía, esto es, la clásica comprensión de la economía que implica la organización cotidiana y funcional de un orden con vistas a un provecho material, repensando el rol que han tenido las imágenes en la organización de la vida cotidiana, de la percepción y la sensación que hacen posibles unos intercambios específicos.

Siguiendo los análisis de Peter Szendy desarrollados en su libro Le supermarché du visible (2017), proponemos explorar esta compleja relación entre imágenes y capital que conforman toda una organización de lo visible, «una inervación» —en palabras de Benjamin—, añadiendo la compleja trama que aporta la técnica al tejido de la experiencia: la mediación entre la imagen, el icono y la economía; la imagen como artefacto de potencia especulativa y política.

Andrea Soto Calderón es doctora en Filosofía y profesora de Estética y Teoría del Arte. Ha desarrollado sus investigaciones en Valparaíso, Barcelona, Lisboa y París. Sus líneas de investigación se centran en las transformaciones de la experiencia estética en la cultura contemporánea, la crítica, investigación artística, el estudio de la imagen y los medios, así como en la relación entre la estética y la política.

Ha escrito numerosos artículos académicos, así como textos para catálogos de artistas. Entre sus publicaciones recientes destaca su libro Le travail des images, en colaboración con Jacques Rancière (Les presses du réel, 2019).