Específicamente concebida para las salas que se orientan hacia las Ramblas, esta propuesta es una suerte de sinfonía de colaboraciones mediante las cuales Tanit Plana (Barcelona, 1975) explora la adolescencia y sus prácticas socioculturales.

Por un lado, encontramos 74 retratos de jóvenes que pertenecen a clases y contextos diversos, quienes se muestran a la cámara de la fotógrafa desde ámbitos urbanos teatrales, zonas limítrofes donde la ciudad adquiere una fisonomía espectral. Junto a estos, en el mismo espacio museográfico, se presenta una selección de 200 vídeos, hecha por la investigadora cultural Estela Ortiz, que fueron realizados mediante la plataforma  TikTok, y cuyo universo sonoro acompaña la visita con fragmentos aleatorios de diálogos, gruñidos y música. Oriol Rosell, experto en subculturas juveniles, propone tres podcasts temáticos basados en una lista de reproducción, disponible desde el Spotify de La Virreina Centre de la Imatge, con las tres canciones más escuchadas por los participantes en el proyecto durante el momento en que fueron retratados. Finalmente, vemos una frase escrita a modo de pintada mural que Tanit Plana encontró azarosamente por las calles de Barcelona. Después de identificar a quien la ejecutó, la frase ha sido recreada por la propia autora,  massatardmare, en una de las paredes de la sala.

La propuesta se expande con un programa público que reunirá performances y eventos musicales, además de una acción en la que algunos retratos de PUBER se diseminarán, a modo de carteles semianónimos, por distintos lugares de la ciudad.