Artistas: Marga Almirall, Carolina Astudillo, Salut Baldirà, Allison Figueroa Rojas, Laura Ginès, Francesca Llopis, Raquel Marques, Cloe Masotta, Cristina Mora Cobos, Anne Murray, Eva Ortega Puig, Elda Isavelina Ortiz Rivas, Maria Pagès, María Paton Martínez, Paulina Quiroz Navarro, Martina Rogers, María Romero, Marina Siero y Diana Toucedo

Curadoras: Mostra Internacional de Films de Dones de Barcelona y Cloe Masotta

Desde 1896 las mujeres han aportado al cine un sinfín de creaciones admirables surgidas de su particular experiencia en el mundo. El descubrimiento de este sorprendente, inspirador y significativo archipiélago de la cultura femenina ha sido la razón de ser del trabajo llevado a cabo por la Mostra Internacional de Films de Dones de Barcelona a lo largo de sus treinta años de trayectoria.

Construir, reconstruir, restaurar, tejer genealogías fílmicas desde el placer, el goce, la creatividad. Subvertir los dictados de la academia, las narraciones androcéntricas de la Historia del cine (en mayúscula, por supuesto), esas listas bien acotadas, pulidas, repulidas, que determinan quién es digno de aparecer en ellas, de figurar en los libros de texto (pocas mujeres, muy pocas, a menudo reducidas a un capítulo específico). Recuperar las pioneras, ponerlas en relación con las cineastas actuales, romper con la narrativa de la excepcionalidad —las mujeres cineastas como seres mitológicos, amazonas que aparecen de repente a lo largo de la historia para sorpresa y fascinación del público.

Estas fueron las bases a partir de las cuales en 2017 convocamos la primera edición del Proyecto Archipiélago. ¿A qué mujer cineasta rendirías homenaje con una pieza de creación propia? Lanzamos al viento nuestra proposición y la respuesta no se hizo esperar: nos llegaron decenas de propuestas audiovisuales (vídeos, gifts, fotografías, textos). El archipiélago ha ido creciendo a lo largo de los años, y con él hemos querido construir un homenaje colectivo a las creadoras cinematográficas que han configurado nuestro universo, un homenaje que implica también la aceptación de una herencia y la constatación de un relevo y una continuidad.

Con este espíritu de goce y de creación colectiva, invitamos a Cloe Masotta —pensadora, teórica, docente y referente para nosotras— a imaginar un recorrido por este Archipiélago. Esta es su propuesta, una de las muchas posibles, su carta de navegación. Gracias a todas por acompañarnos en este viaje.

RUTAS DEL DESEO, HISTORIAS DEL CINE
Cloe Masotta

Desde la recuperación y la reivindicación de tantas realizadoras que en muchas ocasiones no aparecen en los libros sobre cine ni tienen presencia en las salas de proyección, el Proyecto Archipiélago es una invitación, a través de la creación audiovisual, a cuestionar cierta historia canónica del cine, en la que muchas cineastas han sido sistemáticamente invisibilizadas. Así, podemos concebir esta geografía cinéfila como un archivo que se nutre de la visibilización de las cineastas seleccionadas anualmente, las homenajeadas, además de las múltiples miradas de las creadoras que se inspiran en sus imágenes para imaginar otras nuevas.

En las ciudades, los caminos o líneas del deseo nacen en lugares inesperados, son rutas diseñadas a través de la intuición y el paso repetido, día tras día, de los y las transeúntes por lugares no necesariamente pensados para ser transitados. ¿Y si la historia ya escrita del cine fuera como las grandes carreteras por las que circulan a diario miles de personas sin tan siquiera percibirlas ni darse cuenta de que son fruto de una serie de decisiones, y justo a su lado apareciesen esos otros caminos que son fruto del deseo y el cuidado de quienes los transitan a diario?

Propongo pues que pensemos en esas líneas invisibles entre las diferentes islas del Proyecto Archipiélago como rutas marítimas que nos conducen a través de una nueva cartografía y nos invitan a descubrir a todas aquellas mujeres que en muchas ocasiones han sido silenciadas por el relato oficial. Porque no hay una historia del cine, sino muchas historias que se escriben o se dibujan a partir de los caminos del deseo de espectadoras que, en el Proyecto Archipiélago, son creadoras, que son espectadoras que son creadoras… Rutas del deseo que trazamos de una película a otra, de una autora a otra o de una autora a nosotras mismas cuando nos convertimos en espectadoras-creadoras.

Una carta de navegación por el archipiélago

Una tarde de verano yo misma me encontré grabando con mi teléfono móvil, filmando la danza de mis pies desnudos y el rosa de mi vestido meciéndose sobre el verde césped de una pradera gallega, capturando los rayos del sol que centelleaban sobre el río Támega y homenajeando, con El agua acaricia mis pies, el sol mece mi vestido (2019), a tres cineastas que nos dejaron en 2019: Agnès Varda, Barbara Hammer y Carolee Schneemann, para mí tres maestras de quienes se nutren mi mirada y mi escritura. Archipiélago nos invita a experimentar, a jugar y a descubrir el cine. Y nos sugiere que no hay una, sino cuantas historias del cine podamos imaginar y desear a través de nuestra mirada fascinada y el descubrimiento de múltiples rutas de navegación por la memoria de las imágenes. Con todas las historias posibles, obtenemos un mapa abierto a tantas rutas como miradas lo recorran. Yo voy a proponer cinco: Espigoladoras de imágenes; Las edades de la piel; Jugar, cantar, bailar; Acariciar el paisaje, y Metamorfosis-transformación.