Plaza del Cinc d’Oros

La confluencia de la avenida Diagonal con el paseo de Gràcia ha sido conocida popularmente como el Cinc d’Oros desde que se urbanizó la plaza a principios del siglo XX. La imagen que formaban la rotonda central y unas islas de tráfico circulares en los laterales recordaban esta carta de la baraja española. El sobrenombre se consolidó con la instalación de seis farolas modernistas en el año 1909, obra de Pere Falqués, retiradas en 1957 y reubicadas en la avenida de Gaudí en 1985. Ya en el año 1902, el Ayuntamiento de Barcelona decidió dedicar un monumento a Francesc Pi i Margall, presidente de la Primera República española e impulsor del republicanismo federal, y en 1907 se aprobó su ubicación en este cruce. Como resultado de un concurso público celebrado en el año 1909, se escogió un proyecto del escultor Miquel Blay que finalmente, por discrepancias políticas y la llegada de la dictadura de Primo de Rivera, no se llegó a realizar. El año 1931, con la proclamación de la Segunda República, el nuevo Ayuntamiento instaló provisionalmente un busto de Pi i Margall, obra de Felip Coscolla, mientras se acababa de definir una nueva propuesta de monumento (foto 1). Finalmente, en 1934 se erigió el actual obelisco, proyectado por los arquitectos Adolf Florensa y Josep Vilaseca, coronado con la escultura Flama, de Josep Viladomat, que representaba a una mujer desnuda con un gorro frigio —símbolo de la República— y un ramo de laurel en la mano. En la parte inferior del monumento se colocó un medallón con la efigie de Pi i Margall. Pero la convulsa situación política que desencadenaron los hechos de octubre de 1934, cuando el entonces presidente de la Generalitat, Lluís Companys, proclamó el Estado catalán dentro de la República federal española, hicieron aplazar la inauguración del monumento. Y no fue hasta el 12 de abril de 1936 cuando se inauguró el monumento con presencia de Companys y el alcalde de Barcelona, Carles Pi i Sunyer, acompañado de otras autoridades y de una multitud que se reunió en la plaza (foto 2). Pocos meses después, durante el levantamiento militar de julio de 1936 que provocó el estallido de la guerra civil española, el Cinc d’Oros fue escenario de los primeros enfrentamientos entre soldados rebeldes —provenientes de los cuarteles de Pedralbes y Sant Andreu— y la Guardia de Asalto con el apoyo de militantes obreros que defendían la legalidad republicana. Los soldados fueron dispersados y abandonaron el armamento en su huida. Avanzada la guerra, el 28 de octubre de 1938, la plaza también fue testigo de la despedida de las Brigadas Internacionales, acto con el que la ciudad de Barcelona agradecía el compromiso de estos combatientes llegados de todo el mundo con la defensa de la República y la lucha contra el fascismo.

Acabada la guerra, el nuevo Ayuntamiento franquista renombró la plaza con el nombre de la Victoria y se retiraron la escultura de la República y el medallón dedicado a Pi i Margall. Al pie del obelisco se instaló la escultura que había quedado en segundo lugar en el concurso para el monumento original, obra de Frederic Marès, que representaba a una mujer con el brazo alzado. Así pues, “la República” se reconvirtió en “la Victoria”. También se incorporó un escudo franquista y una inscripción en honor al ejército alzado. Un águila imperial culminaba el obelisco, de ahí que popularmente se pasara a denominarla la “plaza del loro” (foto 3). Con la victoria de las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial, el régimen franquista retiró parte de la simbología fascista del espacio público. Del Cinc d’Oros se retiró la figura del águila y el obelisco quedó desnudo por primera vez, y el emplazamiento pasó a ser conocido como la “plaza del lápiz”. Durante la dictadura, el monumento no se escapó de las acciones de los movimientos antifranquistas, que atentaron contra él en diversas ocasiones; hay que destacar el explosivo colocado en abril de 1946 que hizo caer la estatua de la Victoria. Durante la transición, la plaza también fue escenario de varias manifestaciones, como las de los días 1 y 8 de febrero de 1976 reclamando libertad, amnistía para los presos políticos y un Estatuto de Autonomía para Cataluña (foto 4). Con la recuperación de la democracia, agrupaciones de extrema derecha se concentraban en la plaza para reivindicar el contenido fascista del monumento, mientras que el 14 de diciembre de 1979 la inscripción que homenajeaba al ejército alzado y el escudo franquista fueron arrancados por otros grupos, y posteriormente en su lugar se colocó un escudo de la Casa Real. El 27 de febrero de 1981, la plaza recibió el nombre oficial de Joan Carles I, el entonces rey de España. En 1990, la escultura original de la República, Flama —que había sido escondida en unos almacenes municipales—, volvió al espacio público, pero fuera de su emplazamiento: en la plaza de Llucmajor (hoy plaza de la República) del distrito de Nou Barris, donde puede verse actualmente. Con respecto a la estatua de la Victoria de Frederic Marès, fue retirada del pie del obelisco en el 2011, en cumplimiento de la denominada Ley de la memoria histórica. El año 2017 el Ayuntamiento de Barcelona aprobó el cambio de denominación de la plaza por el de Cinc d’Oros y de esta forma se recuperó el nombre popular.

Fecha:
22/04/2017
Distrito:
Gràcia
Plaza del Cinc d’Oros

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