10 de mayo de 2024
El Stolpersteine se ha colocado en la Rambla del Raval 36, la casa donde vivió antes de exiliarse a Francia
Desde el 8 de mayo, una Stolpersteine recuerda a Joaquín Pastor, represaliado por el nazismo, en la Rambla del Raval 36, en Ciutat Vella. Este fue su último domicilio antes de marchar al exilio, cuando todavía era la calle Sant Jeroni 36, antes de la construcción de la Rambla del Raval. El proyecto de los adoquines de memoria se lleva a cabo conjuntamente con centros educativos de Barcelona. El acto lo ha organizado el Instituto Dolors Aleu de Sant Andreu y ha contado con la participación de la profesora coordinadora del proyecto, el bisnieto de Joaquín Pastor y el alumnado que ha leído las cartas de Pastor. Han dicho unas palabras sobre el espíritu del proyecto Marifé Calderón, de la Dirección de Patrimonio Cultural y Àlex Rigol, miembro de la Amical Mauthausen y, por parte del Instituto Dolors Aleu, Sonia Torres Planell. Han asistido al homenaje la hija, nietas, nietos y bisnietos de Joaquín Pastor y vecinos de la finca muy emocionados que se han comprometido a tener cura del adoquín. El acto ha acabado con la colocación de la placa y una ofrenda de rosas y velas.
Joaquín Pastor nació a Lorca, en la provincia de Murcia, el 7 de diciembre de 1900. Hacia el 1915, la familia decidió ir a vivir en Barcelona. Aquí inició su vida profesional como zapatero y, en tiempo de la República, trabajó como policía. Se mantuvo fiel en la República y, como consecuencia, marchó al exilio a Francia donde fue internado en el campo de Argelers. Se apuntó a las Compañías de Trabajadores Extranjeros. El junio de 1940 el ejército alemán lo hace prisionero y es detenido al Frontstalag 21-A y posteriormente al Stalag VD. El 11 de diciembre salió del Stalag y fue deportado a Mauthausen. El 24 de enero de 1941 lo trasladaron a Gusen y fue asesinado el 4 de enero de 1943.
Stolpersteine, adoquines de memoria
Las Stolpersteine son una propuesta del artista alemán Günter Denmig, surgida en los años noventa en el marco de la reunificación alemana, que toma un enfoque micro sobre el hecho memorial, en contraposición con los grandes complejos memoriales característicos de buena parte de Europa. En la actualidad, hay más de 100.000 adoquines de memoria en unos veinte países.
En Barcelona, el proyecto lo han impulsado la concejalía de Memoria Democrática del Ayuntamiento de Barcelona y el Consorcio de Educación de Barcelona, la Amical Mauthausen y la Amical Ravensbrück y se ha dirigido a los alumnos de los institutos públicos de la ciudad. Con este proyecto se quiere potenciar la dimensión comunitaria y educativa de la memoria. El año 2022 tres institutos participaron en la prueba piloto y el proyecto se ha consolidado el 2023 con la participación de nueve institutos que han colocado 12 placas. A lo largo de 2023 y 2024 se colocarán 10 más.