1 de julio de 2024
La marcha tuvo lugar el 26 de junio de 1977 en La Rambla
El pasado 29 de junio, coincidiendo con el Día del Orgullo LGBTI, el alcalde Jaume Collboni, acompañado de representantes del consistorio y de los colectivos LGTBIQ+, descubrió un atril en conmemoración de la primera manifestación a favor de la liberación sexual en el Estado español. La manifestación tuvo lugar el 26 de junio de 1977 en La Rambla.
En el acto, conducido por la comunicadora Birigitta Lamour, participaron el vicepresidente del Consejo Municipal LGTBI, Lluís Sanz; el presidente del Frente de Liberación Gay de Cataluña, Pau Gálvez; el presidente del Casal Lambda y de la Plataforma de Entidades LGTBI de Cataluña, Jordi Samsó; la directora de la televisión en línea Gayles.tv, Maria Giralt; el activista trans, Tània Navarro, y la representante de la comunidad trans y participante en la manifestación de 1977 Estefanía Vidal.
Por parte del Ayuntamiento, asistieron el tercer teniente de alcalde, Albert Batlle; la regidora del Grupo Municipal de ERC, Elisenda Alemany y el regidor del Grupo Municipal de Junts per Catalunya, Joan Rodriguez.
La jornada concluyó con la entrega del “Premio Arcoiris” otorgado por el Ministerio de Igualdad al artista Nazario Luque en reconocimiento a su trayectoria y como ejemplo de libertad en su lucha por los derechos del colectivo.
Una manifestación pionera
Este atril rememora la manifestación que tuvo lugar en La Rambla el 26 de junio de 1977, pocos días después de las primeras elecciones democráticas desde la instauración de la dictadura. La marcha, convocada por el Frente de Liberación Gay de Cataluña (FAGC), supuso un antes y un después en las reivindicaciones del colectivo. En esta convocatoria se reclamaba la supresión de la ley de peligrosidad y rehabilitación social, que había acontecido el principal instrumento de represión de la homosexualidad en España; la amnistía de los y las activistas encarceladas y la legalización del Frente de Liberación Gay de Cataluña (FAGC).
Esta manifestación reunió más de 5.000 personas y contó con el apoyo de activistas procedentes de ámbitos diversos. La manifestación fue duramente reprimida por las fuerzas de orden público que se ensañaron principalmente con transexuales y travestidos. Esta marcha reivindicativa fue una primera muestra de la fuerza del movimiento LGTBI, que por primera vez se sintió unido y apoyado por la población civil.