Francesc Boix, el fotógrafo del Poble-Sec

Francesc Boix se ha convertido en un símbolo de la juventud comprometida con la defensa de la Segunda República, hecho que lo abocó a seguir el camino del exilio a Francia, a terminar deportado en el campo de Mauthausen y a reemprender luego su vida en París, hasta que la muerte lo sorprendió en plena juventud. En el 2017, sus restos fueron inhumados en el cementerio Père Lachaise de la capital francesa.

Dentro de la dinámica de ilusión y esperanzas de la Segunda República, fueron constituyéndose algunos rasgos fundamentales de su vida: la afición por la fotografía, el cultivo de amistades, el compromiso desde las Juventudes Socialistas Unificadas y su implicación en las batallas en el frente y en la retaguardia.

Desde los infames campos franceses, Boix acabó deportado a Mauthausen, donde su trabajo para el Servicio de Identificación le hizo convertirse en pieza clave de la acción colectiva de robo de material fotográfico que, junto con su tarea de reportero tras la liberación, fueron pruebas decisivas de la criminalidad nazi.

En Francia llevó a cabo una intensa actividad como fotógrafo de prensa, recorrió varios países y documentó los actos y manifestaciones de los círculos comunistas contra la dictadura de Franco. Su rostro y sus palabras fueron protagonistas en los procesos de Núremberg y Dachau contra los verdugos nazis.

En este 2020, centenario de su nacimiento, el Ayuntamiento de Barcelona ha querido homenajear a Francesc Boix ante la ciudadanía.

Fecha de inauguración:
29/01/2021
Distrito:
Sants - Montjuïc
Francesc Boix, el fotógrafo del Poble-Sec

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