Memoria Democrática

El 12 de abril de 1931, el mismo día de las elecciones que llevarían al país hacia la declaración de la Segunda República española, la CNT creó la Comisión de Defensa Económica del Ramo de la Construcción con el objetivo de coordinar una huelga de alquileres en Barcelona. Un año antes ya habían empezado las movilizaciones para protestar contra la subida de los precios de los alquileres, los desahucios anunciados por el Patronato de la Habitación de Barcelona, la situación de paro generalizada y el alza de los precios de los alimentos. El 7 de mayo de 1931, los cuatro conjuntos de Casas Baratas de Barcelona llamaban a la huelga, negándose así al pago de alquileres abusivos y exigiendo una reducción del 40 %. A estas reivindicaciones se añadieron otras, como la apertura de equipamientos educativos y sanitarios o la conexión de zonas periféricas con el centro de la ciudad en transporte público.

En agosto, más de cien mil inquilinos se habían sumado a la huelga de alquileres. El barrio de Ferrer i Guàrdia, popularmente conocido como las Casas Baratas —anteriormente barrio de Eduardo Aunós (nombre que se recuperó durante la dictadura franquista) y hoy integrado en el barrio de la Marina del Prat Vermell—, fue uno de los puntos neurálgicos de las movilizaciones y el lugar donde más se prolongó la huelga. Con mujeres como Victoria Ruiz Rodríguez (la Benita) y Dolores Maldonado Ruiz al frente, la organización vecinal en el barrio consiguió detener desahucios, encontrar alternativas de vivienda y crear redes de apoyo vecinal. Este movimiento recibió como respuesta una fuerte represión policial y jurídica, liderada por la Cámara de la Propiedad de Barcelona y el Patronato de la Habitación de Barcelona.

La huelga se mantuvo de manera intermitente durante todo el periodo de la Segunda República, a lo largo del cual se alcanzaron numerosos acuerdos. Además, sirvió para reforzar la solidaridad vecinal en una lucha multitudinaria por el derecho a la vivienda en toda la ciudad.

Con este atril, entidades vecinales de la Marina del Prat Vermell con el Ayuntamiento de Barcelona rinden homenaje al movimiento huelguista, solidario y de carácter emancipador que tuvo una relevancia especial en este barrio.