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Colocación de atril conmemorativo en el estadio Lluís Companys
Fecha: Jueves, 15 de abril
Lugar: Sants-Montjuïc
Jueves, 15 de abril
Sants-Montjuïc
Colocación de atril conmemorativo en el estadio Lluís Companys
Colocación de atril conmemorativo en el estadio Lluís Companys
Durante la década de 1920, Barcelona se postuló en varias ocasiones para organizar los Juegos Olímpicos. Por eso, la celebración de la Exposición Internacional de 1929 en la ciudad se presentaba como una gran oportunidad para demostrar su tradición deportiva y capacidad organizativa. El primer acto de la Exposición fue la inauguración del nuevo Estadio de Montjuïc, uno de los más modernos de Europa.
Barcelona estaba muy bien posicionada para ser la sede de los Juegos de 1936; la decisión se tomaría en la misma ciudad donde se tenía que reunir el Comité Olímpico Internacional (COI) en abril de 1931. Pero la proclamación de la Segunda República unos días antes y la abdicación del rey Alfonso XIII provocaron que varios miembros del COI vinculados a la aristocracia no acudieran a la sesión. Finalmente se escogió Berlín como sede de los Juegos Olímpicos de 1936, que se convertirían en un altavoz de propaganda para el régimen nazi.
Entonces, Barcelona decidió organizar una olimpiada popular para promover el hermanamiento entre naciones mediante la práctica del deporte, con un claro carácter antifascista e interclasista. El 19 de julio de 1936, en el Estadio de Montjuïc todo estaba a punto para la inauguración, pero la rebelión militar en contra de la República, que desembocó en una Guerra Civil, impidió la celebración. Varios atletas extranjeros se alistaron a las milicias y se convirtieron de esta forma en los primeros combatientes foráneos en defensa de la República, antes de la creación de las Brigadas Internacionales.
Durante la Guerra Civil, el estadio de Montjuïc fue utilizado por el Comité Central de Ayuda a los Refugiados como centro de acogida de personas que huían de la represión franquista. Ya durante la dictadura, el estadio fue cayendo en desuso y en la década de 1970 incluso se quiso derribar. Con el nombramiento de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos de 1992, el estadio fue reformado completamente, manteniendo las fachadas de 1929. Desde el año 2001 lleva el nombre de Estadio Olímpico Lluís Companys, quien fue presidente de la Generalitat y fusilado en el Castillo de Montjuïc por el régimen franquista.