El programa Via Lliure de RAC1 llena Sant Antoni de radio, Navidad y vida de mercado
El programa Via Lliure de RAC1, en directo desde Sant Antoni, en una edición navideña especial con entrevistas, voces del mercado y una mirada cercana a la vida cotidiana de los mercados municipales.
El mercado de Sant Antoni se convirtió el pasado sábado en un gran estudio de radio con la emisión en directo del programa Via Lliure de RAC1, presentado por Xavi Bundó. A partir de las 10.30 h, el espacio polivalente del mercado acogió una edición especial dedicada a la Navidad en Barcelona, con entrevistas, voces del mercado y una mirada cercana a la vida cotidiana de los mercados municipales.
El programa arrancó con una introducción festiva para dar el pistoletazo de salida a las celebraciones navideñas en la ciudad. El mercado de Sant Antoni, lleno hasta la bandera y con un ambiente vibrante, fue el escenario ideal para hablar de las luces de Navidad, las actividades en las calles y en los mercados, y del papel de estos equipamientos como puntos de encuentro vecinal durante las fiestas.
Raquel Gil: «Los mercados siguen siendo el corazón de los barrios y una segunda casa para mucha gente»
Uno de los momentos centrales del programa fue la entrevista a Raquel Gil, quinta teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Promoción Económica, Trabajo, Feminismos y Memoria Democrática del Ayuntamiento de Barcelona. La concejala puso en valor la apuesta de este año por una ciudad ampliamente iluminada, con más de 120 kilómetros de luces de Navidad repartidos por todos los barrios, incluidos aquellos que tradicionalmente quedaban fuera de los circuitos más comerciales.
Gil destacó especialmente el papel de los mercados municipales, todos ellos decorados y con actividades propias, como una “segunda casa” para muchos vecinos y vecinas. También subrayó que los mercados, como el de Sant Antoni, son un tractor económico del barrio y funcionan como plaza pública, como espacios de encuentro comunitario donde la gente va a comprar y donde se mantienen estas tradiciones.
Por último, Gil remarcó la importancia de hacer una reflexión colectiva sobre los hábitos de consumo y el papel del comercio de proximidad. Defendió que la vitalidad de los mercados depende también de la complicidad de la ciudadanía y situó estas políticas dentro de una estrategia de ciudad más amplia: generar oportunidades económicas, empleo y riqueza para reducir desigualdades, al tiempo que se proyecta una Barcelona con identidad propia, orgullosa de su cultura, gastronomía, tradiciones y vida de barrio.
Fruitería Giró: cinco generaciones de mujeres en el mercado
El programa también dio voz a uno de los puestos emblemáticos del mercado: la Fruitería Giró. Marina Larrégola, de tan solo veinticuatro años, representa la quinta generación de una saga familiar que se remonta al año 1886, cuando su tatarabuela empezó vendiendo patatas y cebollas.
Marina, que estudió Ciencias Políticas, decidió hace tres años apostar plenamente por el negocio familiar. Ha impulsado la digitalización del puesto y su presencia en las redes sociales, con una clara vocación divulgativa: explicar las frutas y verduras en catalán, reivindicar el producto y despertar la curiosidad de una clientela cada vez más diversa, incluidos muchos expats. De la zanahoria —«carrot no, pastanaga»— al jackfruit o la piel de cactus, su parada es también un espacio de aprendizaje.
Orgullosa de su oficio, Marina animó a los jóvenes a recuperar los oficios tradicionales y recordó que el mercado siempre ha sido su casa, desde jugar con la pelota o el patinete entre los puestos hasta charlar con los carros de los pescaderos.
El mercado dominical, una tradición viva
Finalmente, el programa Via Lliure hizo una mención especial al mercado dominical de Sant Antoni, una tradición muy arraigada en la ciudad. Los colaboradores recordaron el ambiente único de los domingos, con cómics, libros antiguos y pequeñas joyas que forman parte de la memoria colectiva de muchas familias barcelonesas.
La emisión en directo de RAC1 confirmó, una vez más, que los mercados municipales son escenarios vivos, capaces de acoger cultura, comunicación y comunidad, y de ser protagonistas de la Navidad y del día a día de Barcelona.
