Barcelona es una de las pocas ciudades del mundo que puede presumir de una red de mercados distribuidos de manera tal que a ningún barrio le falta un mercado.
Más allá de su aportación a la calidad de vida de los ciudadanos como impulsores de una dieta sana y equilibrada, los mercados barceloneses miran hacia el futuro con la introducción de nuevos servicios de acuerdo con las necesidades comerciales del siglo XXI.
Y también tienen la mirada puesta en el pasado, ya que los edificios que los alojan son un reflejo de la historia de la ciudad y sus ciudadanos.


Los treinta y nueve mercados barceloneses velan para que el ciudadano lo encuentre todo al tiempo que son testigos directos de la historia de la ciudad y se modernizan para encarar el futuro en plenitud de facultades.

Los Encants-Fira de Bellcaire, las Flores de la Rambla, los Encants de Sant Antoni o el Dominical de este mismo mercado son otras ofertas comerciales de los mercados barceloneses.

Compra online, reparto a domicilio, áreas wi-fi, aparcamiento, servicio de consigna o punto de información son algunos de los servicios extras que ofrecen muchos mercados de la ciudad.

La intensa actividad comercial de Barcelona desde sus orígenes ha asegurado a los mercados un papel activo en la vida ciudadana, al mismo tiempo que se convertían en un reflejo de la evolución de la ciudad.