El croissant: un viaje de placer para los sentidos

El croissant se ha convertido en uno de los símbolos más emblemáticos de la pastelería mundial. Este pequeño tesoro de masa hojaldrada esconde una historia fascinante que va desde los hornos de Viena hasta nuestros mercados, donde cada mañana se convierte en el protagonista de los desayunos más deliciosos. Descubre con nosotros todos los secretos de esta delicia dorada que ha conquistado paladares en todo el mundo.
El croissant tiene sus orígenes en la capital austríaca, donde los panaderos crearon esta pieza en forma de media luna para conmemorar la victoria sobre el Imperio Otomano. Su llegada a Francia en el siglo XVIII marcó el inicio de una revolución gastronómica que acabaría extendiéndose por toda Europa.
En Cataluña, el croissant llegó de la mano de los pasteleros franceses que se establecieron en Barcelona. Los panaderos locales adoptaron rápidamente esta pieza y la adaptaron al gusto mediterráneo, creando versiones únicas que hoy podemos encontrar en nuestros mercados.
Los ingredientes son simples pero esenciales: harina, levadura, mantequilla, agua y sal. La calidad de los ingredientes y la temperatura adecuada durante todo el proceso son factores cruciales para lograr un croissant perfecto con su característica textura crujiente por fuera y suave por dentro.
Actualmente, los croissants han evolucionado más allá de su versión clásica. Desde el tradicional croissant de mantequilla hasta versiones más innovadoras, hoy recorremos algunos de los hornos de los mercados de Barcelona para conocer sus propuestas.
Primera parada en La Torna, con presencia en los mercados de la Boqueria y Santa Caterina, donde nos sorprenden en esta fecha especial con croissants rellenos de crema de pistacho y también de praliné de almendra.
Para los amantes de los sabores intensos y cremosos, Montse nos regala esta receta de crema de pistacho con chocolate blanco, ¡toda una delicia!:
Ingredientes:
- 250 g de pistachos si sal.
- 100 g de chocolate blanco.
- 50 ml de nata líquida.
- 30 ml de aceite de girasol.
Preparación:
- Fundir el chocolate blanco en el microondas en un recipiente apto.
- En un bol, mezclar la pasta de pistachos con el chocolate fundido, la nata líquida, el aceite y la sal.
- Dejar enfriar la crema en la nevera durante al menos una hora antes de utilizarla.
- Guardar la crema en un recipiente hermético en la nevera.
Si eres más de salado, no te puedes perder el croissant planchado de jamón y queso de la panadería del mercado del Fort Pienc. Y si prefieres el dulce, te recomendamos su croissant de chocolate y crema de avellanas.
Tercera parada en Cal Moliné, en el mercado de la Mercè. Jasmin nos muestra sus croissants artesanos y nos recomienda los de chocolate – en el interior podemos elegir entre crema o una barrita de chocolate –, de chocolate blanco y los clásicos.
Cuarta parada en Coloniales Guillén, en el mercado de Les Corts, donde podrás degustar croissants con virutas de chocolate rellenos de crema de cacao y avellanas, así como el clásico, bañado por fuera.
Finalmente, en el Forn Sant Tirs, en los mercados de la Llibertat y la Abaceria, encontramos propuestas que nunca fallan: el de mantequilla y el de chocolate.
Descubre las diferentes variedades y déjate sorprender por la magia de un buen croissant artesano, una experiencia que convierte un simple desayuno o merienda en un momento extraordinario.