Barcelona desarrolla su potencial como ciudad en el marco de un modelo ciudadano de carácter mediterráneo que acerca los servicios a las personas y con un entramado urbano que favorece las relaciones humanas. En este escenario, los mercados tienen un protagonismo claro.
Pocas ciudades del mundo disponen de una red de mercados municipales como la de Barcelona: 39 mercados alimentarios y 4 no alimentarios distribuidos estratégicamente en toda la ciudad. En todos los barrios hay un mercado que da servicio a los vecinos y vecinas y que, además, es un reflejo fiel del territorio que lo rodea.
No hay que olvidar, sin embargo, que el comercio evoluciona y que hay que adecuar los mercados a los nuevos tiempos: han cambiado los hábitos de consumo, el tiempo dedicado al ocio, las fórmulas de relación social y, además, las nuevas tecnologías han entrado con fuerza en el mundo del comercio.
Consciente de esta situación, el IMMB está impulsando una transformación para avanzar hacia unos mercados municipales competitivos, con instalaciones modernas, oferta lúdica y los servicios que pide la ciudadanía, combinando el producto fresco, la oferta especializada y el trato personalizado