La tapa que triunfa en los mercados a la hora del vermut
Disfrutar de más tiempo con nuestros amigos y familia debería ser uno de nuestros propósitos más importantes para empezar este 2025 de la mejor manera. Para escapar de la vorágine del día a día, te proponemos compartir momentos mágicos alrededor de una mesa a la hora del vermut.
¿Y qué sería de un buen vermut sin las tapas que lo acompañan? Unas buenas patatas fritas, unas aceitunas o unos mejillones en escabeche son los clásicos indiscutibles… pero hay una tapa que marca tendencia por su equilibrio perfecto de sabores y su sencillez: la gilda.
¿Cómo podemos diferenciar una gilda de una ‘banderilla’? Imma Roquet, de la parada Olives Francesc del mercado de la Boqueria, nos explica que, aunque ambas comparten la misma base —un palillo donde se pinchan todos los ingredientes—, son completamente diferentes. La gilda siempre lleva tres ingredientes indispensables: piparra vasca, anchoas y aceitunas rellenas de anchoa. En cambio, la banderilla no tiene ingredientes básicos establecidos. Todo aquello que no incluya estos tres ingredientes mencionados se considera una ‘banderilla’.
Esta pequeña brocheta, nacida en el País Vasco, concentra los sabores autóctonos del territorio con una mezcla perfecta que combina el toque salado de la anchoa, el suave picante del encurtido y el aroma de la aceituna. Estos productos han logrado convertir a la gilda en la tapa por excelencia, imprescindible en cualquier mesa a la hora del vermut.
Ahora que sabemos reconocer una gilda, es momento de descubrir la técnica correcta para degustarla y disfrutarla al máximo. Para resolver este misterio, hemos hablado con Esther Crespo, de Olives i Conserves Ca la Rat, en el mercado del Ninot. La especialista en tapas y conservas lo tiene muy claro: “Si queréis disfrutar al máximo de la gilda, hay que comerla de un solo bocado para experimentar la explosión de sabores en la boca. Si separáis los ingredientes, pierde toda la gracia”. Además, nos recomienda consumirla recién preparada para aprovechar al máximo su textura y sabor.
Pero no solo la técnica de degustación marca la diferencia al disfrutar de una gilda, sino también saber elegir la bebida para acompañarla. Rosa Marina Navarro, de la parada Pesca Salada-Olives Rosa Marina, en el Mercado de Santa Caterina, tiene muy claro cuál es el maridaje perfecto: “El toque amargo y dulce de un buen vermut negro potencia aún más los sabores”. La experta en conservas también sugiere opciones no alcohólicas, como agua con gas y una rodaja de limón.
Las tres comerciantes coinciden en que la gilda es, sin duda, uno de los productos más vendidos en sus puestos. Esto no hace más que confirmar la gran popularidad que ha alcanzado esta pequeña tapa.
Así que, si todavía eres de las pocas personas que no se ha dejado seducir por el sabor auténtico de una gilda, aún estás a tiempo de descubrir el porqué de este fenómeno gastronómico. ¡Reúne a tus amigos y familiares y empieza el año con un buen aperitivo!